TRUCOS

Tres enfermedades que se combaten con una hoja de laurel bajo la almohada

El laurel se ha utilizado durante milenios como especia en la cocina y como remedio natural para muchas enfermedades. Originario del Mediterráneo, el laurel es una planta perenne de hojas brillantes y ovaladas que desprende un olor característico. Hay muchas variedades de laurel, pero todas tienen numerosos beneficios para la salud. Uno de los beneficios más conocidos del laurel es su efecto digestivo. De hecho, las hojas de laurel contienen una serie de compuestos volátiles que ayudan a estimular las secreciones gástricas, mejorando la digestión y evitando la hinchazón y las flatulencias. Además, el laurel contiene sustancias que pueden ayudar a reducir la inflamación intestinal, previniendo problemas como el síndrome del intestino irritable. Pero el laurel no es sólo un remedio para los problemas estomacales. La planta es también un potente antioxidante, gracias a la presencia de flavonoides y otras sustancias beneficiosas. Los antioxidantes ayudan a proteger las células de nuestro cuerpo de los daños causados por los radicales libres, que pueden provocar un envejecimiento prematuro y una serie de enfermedades crónicas como el cáncer y las enfermedades cardiovasculares. Han demostrado su eficacia como remedio natural contra la tos, la bronquitis y otros problemas respiratorios. La planta contiene una serie de compuestos con propiedades expectorantes y antiinflamatorias, que ayudan a despejar las vías respiratorias y a reducir síntomas como la congestión y la fatiga. Pero los usos del laurel no acaban ahí. La planta es también un antiinflamatorio natural, que puede ayudar a reducir el dolor y la rigidez muscular. De hecho, el laurel se ha utilizado en algunas culturas como remedio para la artritis y otras afecciones musculoesqueléticas.