CHAMPIONS

La arenga de Carvajal y Nacho que cambió el destino del Real Madrid campeón

Los dos capitanes tomaron la palabra en el descanso ante sus compañeros tras la mala primera parte frente al Dortmund

Tras escucharles, Ancelotti cambió el sistema sin levantar la voz y el Madrid despegó para sumar 15ª Champions

Nacho, durante la celebración de la Champions ganada por el Real Madrid.

Nacho, durante la celebración de la Champions ganada por el Real Madrid. / NEIL HALL

Fermín de la Calle

Fermín de la Calle

Cuando Luka Doncic ojeó el calendario de las finales de la Conferencia Oeste de la NBA que los Dallas Mavericks tenían que jugar con los Minnesotta Timberwolves, se dio cuenta que la final de la Champions League coincidía con uno de lo partidos que debía jugar. Pero era un partido que estaba puesto con asterisco, en condicional, porque si se resolvía por la vía rápida, Doncic podría ver tranquilamente en casa al Real Madrid ante el Borussia Dortmund. Una periodista estadounidense que cubre la información de los Mavs ha revelado algo que le confesó Doncic: "Luka me dijo después del partido que no quería jugar un partido más el sábado contra Minnesota porque coincidiría con la final de la Champions League del Real Madrid, así que este tema le dio una motivación extra para acabar la serie".

Doncic vio cómo el Dortmund pasaba por encima de los blancos en la primera parte. "Hemos realizado una buena primera parte, solo nos faltó marcar. Llegó el momentum del partido y es por esto que los equipos son campeones. No tengo nada que reprocharle a los chicos", apuntó Edin Terzic, entrenador de los alemanes en las entrañas de Wembley antes de irse ovacionado por la prensa. Después entró Carvajal, eufórico, y tras advertir que esperaba que "el Leganés ascendiese este domingo para completar un fin de semana redondo", se abrió en canal ante los periodistas. "Estoy radiante por conseguir el título con lo que significa para el club y, sobre todo, por marcar un gol en la final de la Champions. Es una sensación increíble, ha sido un día soñado porque lo he hecho delante de mis hijos y mi mujer", confesaba visiblemente emocionado.

El autor del primer gol recordó que "donde no llega la atura llega la determinación para rematar un gol que cierra un círculo virtuoso para mí porque es la culminación a una vida en el club”. Hacía 19 años que puso la primera piedra de Valdebebas junto a Alfredo Di Stéfano, una foto que pasó de tener a un niño junto a un mito del Real Madrid a reunir a dos leyendas de las dos generaciones más brillantes de la historia de la Copa de la Europa. “A veces, cuando todos te repiten que te mereces todo lo bueno que te pasa, te lo acabas creyendo. El mío es el triunfo de la constancia”, concluía.

Otro al que la constancia ha premiado es su cuñado, Joselu, que se derrumbó tras el pitido final rompiendo en lágrimas. “Jamás pensé que podría vivir esto, pero nunca desfallecí en el intento. ¿El gol de cabeza de Dani? Mi cuñado se ha equivocado, ¡Ja, ja,ja! Algo tenía que aprender de mí”, comentaba en una caótica zona mixta ante un centenar de periodistas.

Ancelotti, manteado por sus jugadores tras la final.

Ancelotti, manteado por sus jugadores tras la final. / Frank Augstein

Al descanso, en el vestuario blanco

Carvajal no solo había sido protagonista en el césped. Al descanso, con el equipo sobreviviendo gracias a las paradas de Courtois, fue uno de los pesos pesados que tomó la palabra: “Deberíamos ir perdiendo por uno o dos goles, pero Thibaut nos mantiene vivos. Nos están perdonando la vida, ya sabemos lo que tenemos que hacer”. El otro que habló antes que Ancelotti fue Nacho, que pidió más compromiso cuando se perdía la pelota: “Esto lo tenemos que sacar entre todos, no perdonéis ni una carrera, el equipo lo agradecerá”. Cuando el capitán concluyó, Ancelotti aparcó el lado emocional para tirar de pragmatismo. No levantó la voz, “no tenía ningún sentido enfadarme”, ni tan siquiera impuso su discurso.

Prefirió conversar con los jugadores y les propuso cambiar el esquema a un 4-3-3, “estamos perdiendo demasiadas pelotas en sitios comprometidos. Ocupemos mejor el campo y llevemos el balón a las esquinas para desbordarles”, algo que más que una orden fue una sugerencia que convenció a sus hombres. “En el vestuario estuvimos tranquilos después de pasarlo mal en la primera parte. Por eso hemos hablado y hemos tomado la decisión todos juntos”, revelaba con su habitual naturalidad el de Reggiolo.

Carletto reflexionaba en la sala de prensa, a pregunta de EL PERIÓDICO DE ESPAÑA, sobre el cambio de escenario que se produjo tras el descanso: “Honestamente han jugado mejor que nosotros, pero nos han dejado vivos. En la segunda parte hemos estado mejor y cuando hemos equilibrado el partido ya no tenía dudas que de que ganaríamos la final porque todos sabemos lo que pasa cuando perdonas en fútbol…”.

Alabanzas a Ancelotti

El Real Madrid ha perdido un partido de 51 esta temporada entre la Liga y la Champions sin contar durante la práctica totalidad de la temporada con Militao, Alaba y Courtois, por lesiones, además de haber perdido a su referencia goleadora, Karim Benzema en ataque. Ancelotti se limitó “a adaptarse “a los jugadores que tenía y hablar mucho con ellos para tratar de convencerles de lo que era mejor para el equipo”. El propio Bellingham lo confesaba eufórico en la zona mixta: “Carlo me ha cambiado la vida, nunca creí que podría ser el goleador que he sido, pero me convenció de ello. Supo ver lo que ni yo sabía que había dentro de mí”.

UEFA Champions League final - Borussia Dortmund vs Real Madrid

UEFA Champions League final - Borussia Dortmund vs Real Madrid / NEIL HALL

Un discurso parecido al de un Vinícius que se echó a la espalda al equipo en la segunda mitad: “Soy mejor jugador que cuando empezó la temporada porque el entrenador me ha enseñado a jugar sin balón, a desmarcarme en los espacios y leer las defensas. ¿Balón de Oro? Yo lo que quiero es quedarme en el Real Madrid muchos años, como Modric y Kroos. El club pagó mucho dinero por mí cuando era joven y ahora le estoy saliendo barato. Ojalá Florentino pueda ver esta entrevista y me renueve una vez más”.

Alguien recordaba en la zona mixta un dato escalofriante a Ancelotti, quien confirmaba que “en Cibeles habrá puro y baile con Camavinga”. El Real Madrid, con este decimoquinto título de Champions, suma más Copas de Europa que todos los clubes ingleses juntos. Uno de los principales culpables de ello es Florentino Pérez, del que Míchel Salgado apuntaba: “Ha hecho equipos bestiales, ha cambiado el club a nivel institucional, lo ha metido en este siglo XXI actualizándolo de la mejor manera posible”. Pero Pérez prefería mantenerse en un segundo plano pese a superar a Santiago Bernabéu en número de Champions: “¿Mejor que Bernabéu? No hombre, yo habré ganado más, pero él fue quien inventó la Copa de Europa”.

Imbatido Courtois

Otra de las imágenes de Wembley la protagonizó Thibaut Courtois, que cayó desplomado tras el pitido final sacando toda la frustración y el trabajo de meses solo en forma de desconsoladas lágrimas. El belga, como confesaba su padre en los pasillos del estadio inglés, “lo ha pasado muy mal, pero siempre ha dicho que jugaría la final de la Champions”.

Courtois besa la Copa de Europa en Wembley.

Courtois besa la Copa de Europa en Wembley. / NEIL HALL

Courtois no ha recibido ni un solo gol desde que regresó de su lesión. Su fe le llevó a ser uno de los hombres del partido, si no el más importante porque sus paradas a los disparos de Adeyemi, Fullkrug o Sabitzer salvaron al Madrid y volvieron a confirmar otro acierto de Ancelotti al apostar por él en el once de Wembley en lugar de Lunin. Sin embargo, a Thibaut no le dolieron prendas para declarar a todo el que se lo preguntaba que “esta ha sido la Champions de Lunin”. La actuación del ucraniano en Leipzig y en la tanda de penaltis de Manchester habían llevado a los blancos hasta allí.

El partido sirvió también para despejar dudas y abrir algunas incógnitas. La primera que Modric renovará esta semana por una temporada más, “es el sitio en el que soy feliz y quiero seguir ayudando al equipo”, advertía un Luka pletórico. Su ‘compadre’ Kroos se mostraba hasta dicharachero ante los periodistas: “Es el mejor final posible, la retirada soñada. Solo puedo dar las gracias a todos por estos diez años”. Su 8 lo lucirá un Valverde que admitía que echará de menos ese dorsal 15 con el que ha vivido tan buenos momentos en el Madrid.

La incógnita de Nacho

Quien no dejó ninguna pista sobre su futuro es Nacho, que ya tiene su foto levantando la Champions y cierra con ello otro círculo virtuoso, lo que invita a pensar que emulará a Kroos, dejándolo en lo más alto para partir con su numerosa familia a una nueva aventura vital en Estados Unidos.

Carletto presumía de plantilla “porque aunque no siempre jugamos al máximo de nuestras posibilidades, nunca nos rendimos, siempre peleamos”. Hasta se animaba a ejercer de periodista: “Como siempre me preguntáis por la nota que me pongo yo y le pongo al equipo y os emplazo al último partido, hoy daré mi evaluación. Nos pongo un 10, ha sido un año extraordinario en el que nos hemos sobrepuesto a muchos contratiempos con el compromiso de todos”.

El gol de Carvajal en la final de la Champions.

El gol de Carvajal en la final de la Champions. / ANDY RAIN

No lejos de allí Florentino le lanzaba un guante (“esta noche arranca el camino para La Decimosexta”) que recogía el italiano: “En este equipo nunca hay peligro de tener la barriga llena porque siempre te exigen más. El Real Madrid no te permite relajarte. Ahora vamos a disfrutar este título y luego los jugadores se irán a la Eurocopa y la Copa América”. Algo parecido confesaba Joselu mientras junto a Lucas Vázquez jugaba con sus hijos y los hermanos de Camavinga y Vinícius: “Estos cabrones han ganado tantas Champions, que ya casi ni las celebran”.

Esperando a Mbappé

¿Y el año que viene? Ancelotti estallaba en una sentida carcajada antes de responder. “Acabamos de ganar la Champions… Este verano vamos a perder jugadores importantes, pero nos adaptaremos a las características de los jugadores que haya porque siempre hay futbolistas fantásticos y recursos para ser competitivos”.

Y la noche acabó con una euforia con cierta sensación de alivio por el deber cumplido ante el Borussia en una final que tenían que ganar. Un título que celebrarán este domingo y como el Madrid nunca para, mañana lunes arranca la próxima temporada. Lo hará con un nombre que se repitió una y otra vez en las entrañas de Wembley durante toda la noche: Kylian Mbappé. “Es jugador de otro equipo, ya hablaremos de él… cuando toque”, se le escapó a un Florentino que sorteó la cuestión en cada entrevista.

El fichaje de Mbappé por el Real Madrid será anunciado esta semana porque al club blanco le interesa disparar su repercusión de cara a la Eurocopa, aunque la presentación se produzca después del torneo en Alemania por la negativa del París Saint-Germain. Lo que quedó claro en Londres es que Kylian tendrá que dejarse el ego en París y ganarse un hueco en Madrid con humildad porque desembarca en un vestuario plagado de leyendas. Y Vinícius y Bellingham arrancan la temporada con más galones que el de Bondy.