CENTROS EDUCATIVOS Y DE APOYO

Cientos de familias denuncian un "desmantelamiento" de las Casas Grandes de Madrid que el ayuntamiento niega

Los afectados denuncian que el cambio en las condiciones del contrato supone un "recorte drástico" del servicio y piden al Ayuntamiento que dé marcha atrás

Desde el Consistorio niegan que el modelo actual vaya a desaparecer y aseguran que se va a reforzar con su ampliación a nuevos distritos

Espacio interior de una de las Casas Grandes de Madrid.

Espacio interior de una de las Casas Grandes de Madrid. / Cedida | Esher Santibáñez

Héctor González

Héctor González

El futuro de las Casas Grandes de Madrid, espacios educativos y de apoyo para familias con niños de 0 a 4 años, está en peligro. Al menos, tal y como eran hasta ahora. Así lo denuncian centenares de familias madrileñas que, organizados a través de la plataforma 'Salvemos Casas Grandes', denuncian que el servicio que prestan estos espacios se encuentran amenazado por los "severos recortes presupuestarios y de medios incluidos en el nuevo pliego de condiciones" de los Centros de Apoyo a las Familias (CAF) aprobado por el Ayuntamiento de la capital.

Las Casas Grandes son espacios en los que las familias con hijo e hijas menores de 4 años "están invitadas a jugar libremente, descubrir, experimentar, aprender, crear, expresarse, relacionarse y hacer comunidad", según refleja la web del propio Consistorio. En funcionamiento desde 2018, cuando surgieron de los presupuestos participativos del Gobierno de Manuela Carmena, se trata de cuatro grandes centros distribuidos por la ciudad (en los distritos de Carabanchel, Tetuán, Hortaleza y Villa de Vallecas) que prestan un servicio gratuito de esparcimiento, aprendizaje y acompañamiento para las familias y sus hijos, con el asesoramiento de cuatro profesionales especializados en cada uno.

"Es un espacio donde podemos ir los padres con los niños y mientras que los niños están ahí socializando y jugando, nosotros podemos hablar y compartir los temas que nos preocupan sobre nuestros hijos y la crianza en general", explica Esther Santibáñez, portavoz de la plataforma y madre de dos hijos de 2 años y 6 meses, respectivamente. Lleva desde que nació el mayor acudiendo todas las semanas a uno de estos centros, que "no es un sitio donde tú llevas a tus hijos para que jueguen un rato y ya está, si no un lugar donde hacer tribu y apoyarnos unos a otros", asegura.

"Desmantelamiento de facto" de las Casas Grandes

Concluido el contrato por el que se regía este recurso, el nuevo pliego de condiciones aprobado por el Gobierno municipal de los CAF supone un recorte drástico de los recursos destinados a las Casas Grandes. A partir del próximo 1 de diciembre, estos espacios dejarán de ser un servicio autónomo y se integrarán dentro de los CAF, pasando de cuatro profesionales por centro a uno solo, reduciendo el horario de apertura - dejaría de abrir los fines de semana- y limitando el aforo.

De facto, esto supondrá la desaparición del servicio tal y como era hasta ahora, según lamentan desde la plataforma ciudadana. "Lo preocupante es que pasaría de ser un servicio a un programa más dentro de los CAF, que tienen muchas ramas, por lo que dejaría de recibir la misma atención que hasta ahora", señala Santibáñez. Y es que si se reducen los profesionales y los días de apertura de este recurso, muchas familias se quedarán sin acceso al mismo.

Un manifiesto, una carta y una recogida de firmas contra el cambio de condiciones

Por todo ello, los integrantes de la plataforma 'Salvemos Casas Grandes' han publicado un manifiesto sobre las bondades y la importancia de salvar a estos centros, puesto en marcha una campaña de recogida de firmas a través de change.org - que a fecha de cierre de este artícuo, cuenta ya con 2350 adhesiones, muy cerca del objetivo de 2.500- y enviado una carta al alcalde madrileño, José Luis Martínez-Almeida,

Firmada por más de 1.000 familias, la misiva pide al regidor popular que retire el pliego recién aprobado y, en vez de ello, dote con más recursos a las Casas Grandes, de forma que estas puedan "continuar con su buen funcionamiento". "Sr. Martínez-Almeida, necesitamos que se comprometa a 'devolver la confianza a las familias madrileñas, impulsando planes y programas destinados a protegerlas e impulsar medidas que den cobertura a sus necesidades', tal y como reza el Manifiesto de su partid", concluye el escrito.

Una reclamación ciudadana apoyada por Más Madrid, cuya portavoz municipal, Rita Maeste, acusó este miércoles al Ayuntamiento de querer "cerrar por la puerta de atrás" estos espacios de encuentro para las familias. En declaraciones a los medios desde la Casa Grande de Villa de Vallecas, Maestre afirmó que, en vez de cerrarlos, habría que ampliarlos a los 21 distritos de la ciudad para garantizar la conciliación de las familias, y conminó a Almeida a reconsiderar su decisión para evitar la pérdida de "este servicio fundamental".

El Ayuntamiento niega la desaparición del servicio y asegura que se va a reforzar

Desde el Gobierno municipal, no obstante, niegan la mayor. Consultadas al respecto de estas quejas, fuentes del Área de Políticas Sociales, Familia e igualdad han asegurado que el modelo actual de Casas Grandes no solo "no desaparece", sino que el Ayuntamiento lo "refuerza con su ampliación a nuevos distritos, como se comprometió en el programa electoral y el programa de Gobierno".

De esta manera, según Familia, de los cuatro recursos actuales se pasaría a ocho "gracias a su integración en los 8 Centros de Apoyo a las Familias (CAF), ubicados en Chamberí, Hortaleza, Usera, Villa de Vallecas, Moratalaz, Tetuán, Latina y Carabanchel". Una integración que, destacan, "permitirá una mayor interrelación de las distintas prestaciones de apoyo a la crianza que el Consistorio ofrece a las familias".

De acuerdo con estas fuentes, en estos espacios "convivirán dos modelos de intervención preventiva", el que se presta en las Casas Grandes, "centrado en la prevención universal, apoyo comunitario y en el vínculo afectivo", y otro más enfocado "en la prevención selectiva que se dirige a aquellas familias que tienen dificultades". En ambos casos, añaden, la cobertura es de 0 a 6 años "con el objetivo de acompañar más tiempo a las familias".