LIMPIEZA

Cómo limpiar un ventilador sin desmontarlo: alarga la vida de tu electrodoméstico

El mantenimiento es fundamental para que funcione correctamente y para que el aparato dure durante muchos años

Las 4 claves para alargar la vida de tu ventilador

La limpieza del ventilador será muy fácil con estos sencillos consejos

La limpieza del ventilador será muy fácil con estos sencillos consejos / Pixabay

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Los ventiladores son una alternativa muy práctica a los aparatos de aire acondicionado que resultan a veces más costosos y difíciles de instalar. Son una opción accesible para potenciar el frescor en cualquier habitación, ya que hay muchos modelos portátiles. Con sus aspas en movimiento, proporcionan un alivio inmediato del calor.

Además, el precio del aparato y el coste de su uso resultan más baratos que otras opciones disponibles en el mercado, lo que se traduce en un ahorro considerable en la factura energética. Pero su limpieza es esencial si queremos que este electrodoméstico dure muchos años. Toma nota de este sencillo truco.

Para dejar tu ventilador como nuevo necesitarás agua, jabón líquido de lavavajillas, y vinagre blanco. Deberás incluir estos ingredientes en un bote con pulverizador. Coloca un trapo, un hule o cualquier otro tejido bajo el aparato que sirva para no manchar el suelo. Entonces, rocía el ventilador con esta preparación teniendo en cuenta las siguientes precauciones.

El motor y otras partes eléctricas no se pueden mojar porque podría producirse un cortocircuito. Así que únicamente puedes llevar a cabo este método si tu modelo tiene una carcasa sobre estas piezas y las que están al aire son de plástico, metal o cualquier otro material que no se estropee al contacto con esta mezcla de líquidos casera.

Retira cables y enchufes para que no se mojen. Podría ser conveniente protegerlos también con un plástico o tela gruesa. De este modo, pulveriza desde una corta distancia sobre las aspas y la rejilla exterior (sin pasarte, para que no gotee) y deja actuar. Entonces, tapa el ventilador completamente con una bolsa de plástico, por ejemplo, una bolsa de basura.

Ahora llega el momento de activar el ventilador a máxima potencia durante 2 o 3 minutos con la bolsa puesta por encima. Puedes anudarla para que no se escape por la habitación ninguna mota de suciedad de la que salga desprendida del aparato al airearlo con esta técnica.

Después, termina la limpieza con un trapo limpio y seco para retirar cualquier posible resto de producto. Es especialmente recomendable un paño de microfibra, ya que sus hebras alcanzan cualquier rincón y absorben el polvo y la humedad.

El ventilador lucirá de nuevo como el primer día y, si lo has mantenido adecuadamente, tendrá su brillo original.