Los superalimentos fundamentales que unen precio, salud y sostenibilidad: frijoles y lentejas

El campo de la alimentación saludable es toda una garantía de éxito comercial, y las grandes marcas se esfuerzan en sacar nuevos productos, colocar etiquetas "verdes" y poner la máquina del marketing a todo rendimiento para que sepamos lo sanísimo que es todo lo que nos ofrecen. Pero los alimentos clave siempre estuvieron ahí, a la vista, esperando a ser redescubiertos: hablamos de las legumbres.

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Superalimentos que aunan buen precio, salud y sostenibilidad: las legumbres

Los productos "healthy" o ecológicos son de todo menos baratos, más desde que la inflación llegó a nuestras vidas hace ya un par de años. Pero comer sano sin dejarnos mucho dinero siempre fue posible, y el secreto estaba en la dieta mediterránea y la olla de la abuela. Solo hacía falta tirar de las legumbres.

Estos alimentos son de los que menos han sufrido la inflación, aunque también se han encarecido, se pueden comer en grandes cantidades y son sanos y además sostenibles.

Dentro de este campo, en el que encontramos lentejas, garbanzos, alubias, soja, guisantes, habas, altramuces, alfalfa e incluso cacahuetes y algarrobas, en este artículo nos centraremos en las bondades de dos en particular: los frijoles y las lentejas.

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Frijoles y lentejas: todo son ventajas

Los frijoles, quizás más conocidos en España como alubias o judías, tienen incontables beneficios. Son antiinflamatorios, neuroprotectores y benefician el sistema inmunológico, además de sumar en dietas para adelgazar. Estas propiedades se deben a su contenido en fibra y proteínas, así como de vitaminas y nutrientes, características que les hacen dignos del nombre de superalimento. Por si fuera poco, ayudan a fijar el nitrógeno, por lo que resultan beneficiosos para la tierra.

Otra ventaja de los frijoles es poder comprarlos enlatados, listos para usarlos en nuestras recetas. Los expertos señalan que en este formato, aunque peor visto por muchos, mantienen tanto sus propiedades como si los compramos secos, y por supuesto tanto una lata sin abrir como en los típicos paquetes es un producto que dura muchísimo en la despensa.

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Por su parte, las lentejas se merecerían un libro entero, pero por lo pronto haremos un listado:

• Tienen un 23,5% de proteínas, más que garbanzos y lentejas, aunque para facilitar a nuestro organismo absorberlas podemos mezclarlas con arroz, sésamo o frutos secos.
• Son ricas en hidratos de carbono, por lo que suponen una importantísima fuente de energía para músculos y cerebro.
• Son muy ricas en minerales, y sobre todo en hierro, pero también en potasio, calcio, fósforo o magnesio. Para mejorar la absorción de estos elementos podemos combinarlas con alimentos ricos en vitamina C, como tomates y pimientos.
• Son calóricas y provocan un efecto saciante que las hace ideales para quien busca adelgazar.

Y podríamos seguir.

Por todas estas ventajas, los nutricionistas recomiendan consumir legumbres al menos 4 veces a la semana, una decisión que beneficiará a nuestro cuerpo y a nuestro bolsillo a partes iguales.