VERANO

Adiós a la "isla de calor urbano": cómo reducir las temperaturas en las ciudades

Un estudio de la University College of London señala la técnica que puede disminuir hasta 2 grados la sensación térmica en los núcleos urbanos

Cinco consejos para mantener la hidratación y refrescarse frente a la ola de calor

Vistas desde Montjuïc a la ciudad de Barcelona en un día de nubes y bochorno con mucho calor.

Vistas desde Montjuïc a la ciudad de Barcelona en un día de nubes y bochorno con mucho calor. / Manu Mitru

Los especialistas en meteorología apuntan que este verano podría ser uno de los más cálidos hasta la fecha. Si bien en junio y en la primera quincena de julio las temperaturas permanecieron bastante suaves comparadas con las de los últimos años en temporada estival, esta semana y la pasada prácticamente España entera se ha visto inmersa en dos olas de calor. La segunda de ellas aún continúa.

En esta circunstancia y en el contexto de calentamiento generalizado a nivel global, los expertos en la materia se están dedicando a investigar la manera de frenar el cambio climático a largo plazo, pero también la forma de acomodar el modo de vida actual a estos fenómenos. Es necesario prepararse para afrontar estas temperaturas y tratar de disminuirlas con eficacia.

Un estudio de la University College London (UCL) publicado en la revista Geophysical Research Letters destaca una técnica muy sencilla que produce un "eficaz efecto enfriamiento para nuestras ciudades". Con ella se pueden reducir hasta 2 grados las temperaturas en los núcleos urbanizados.

La estrategia consiste en pintar de blanca o reflectante los tejados. Si bien es una práctica habitual en los muros de las paredes, por ejemplo, en muchas localidades andaluzas, cubrir con colores claros los tejados y las azoteas de los edificios no está tan extendido. Muchos bloques de pisos y adosados están revestidos con tejas de color rojizo o marrón y con materiales oscuros. El blanco rebota los rayos del sol, en lugar de absorber toda su energía y con ello, el calor.

Si en una comunidad de vecinos se adopta esta decisión, todos los pisos sacarán provecho de ello, especialmente los que están en la parte superior. Pero además, si se piensa en el beneficio colectivo, si en una ciudad o en una zona amplia el tejado de muchas construcciones se recubre con estos tonos pálidos como blanco o amarillo claro, la localidad en su conjunto saldrá beneficiada, ya que en las calles se percibirá un ambiente un poco más fresco.

Los techos blancos son más eficaces que la vegetación

La investigación se llevó a cabo con datos climatológicos de la ciudad de Londres correspondientes al verano de 2018. Fueron probados varios métodos de enfriamiento distintos durante días de calor intenso y se concluyó que los "techos frescos" podían reducir hasta dos grados la temperatura del entramado urbanizado.

Además, los expertos de la University College comprobaron que esa técnica resultaba más útil que otras, como la implantación de zonas verdes y los revestimientos vegetales en entornos urbanos, lo cual no quita que estos métodos también contribuyan a refrescar el ambiente.

La conclusión del estudio es clara: lo mejor para proporcionar un alivio en las áreas más pobladas y con mayor acumulación de viviendas es emplear el color blanco en todas las superficies posibles. Esta misma deducción refuerzan los resultados de otro estudio que además de los tejados, probó a pintar de blanco las carreteras y las paredes de todo un distrito en Singapur, según ha compartido el meteorólogo Mario Picazo.