Cuatro consejos para elegir un buen aparato de aire acondicionado

El verano es una temporada desagradable para todas aquellas personas que viven en una casa mal aislada del calor. Las habitaciones pueden llegar a alcanzar temperaturas muy altas, sobre todo los pisos superiores y los espacios acristalados. Aunque se pueden tomar algunas medidas básicas para refrescar el hogar, en caso de que el bochorno continúe se pueden instalar electrodomésticos que, aunque suponen una inversión inicial, se amortizan con el paso del tiempo y mejoran la calidad de vida.

Hay diferentes opciones en función de las necesidades de la persona y del cuarto que se quiere refrigerar. La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ofrece varios consejos para encontrar el tipo de aparato más adecuado y también se pronuncia sobre las mejores marcas y modelos de aire acondicionado. Los ventiladores de techo o portátiles son alternativas más económicas, pero si el calor aumenta en exceso, llega la hora de plantearse la compra de una bomba de aire frío. Te contamos qué debes tener en cuenta.

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Primero, hay que conocer las dimensiones del espacio que se desea refrigerar, al menos aproximadamente. En este sentido, es fundamental fijarse en la capacidad de refrigeración del aparato, que aparecerá en la descripción detallada del producto tanto en tiendas físicas como en Internet. Este factor alude a su potencia para enfriar una habitación. Se recomienda utilizar equipos con más de 3 kW para estancias de más de 20 metros cuadrados.

Segundo, hay que pensar qué tipo de uso que le vamos a dar. Una instalación en la pared es adecuada para salones, por ejemplo, aunque la visita del profesional para anclarlo es más costosa que otros métodos. Si nos queremos mover por las distintas habitaciones, será más adecuado un aire acondicionado de "pingüino", es decir, portátil. En este caso, lo mejor es escoger aparatos con ruedas, ya que son máquinas muy pesadas que suelen superar los 30 kilos.

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Sin embargo, el tercer punto que se debe considerar es que los aires acondicionados portátiles no son tan manejables como parece. Su funcionamiento se basa en tomar el aire de la estancia y enfriarlo con un compresor y un gas refrigerante, pero deben expulsar el aire caliente a la calle mediante un tubo flexible. Así que requerirá estar colocado cerca de una ventana y dejar abierta una rendija. Se pueden adquirir adaptadores por un precio de unos 40 euros para evitar que se cuele aire tórrido del exterior. También debes contar con un enchufe cerca.

Por último, hay que ponderar la necesidad de frescor en función de su precio. Un ventilador es más económico que un aire acondicionado. Por su parte, de la variedad entre estos últimos, sale más barato el formato portátil (entre 300 y 500 euros, según la OCU), que un electrodoméstico fijo (entre 500 y 900 euros más 300 euros de instalación), aunque también depende mucho de los modelos y de las marcas. También habrá que tener en cuenta su consumo energético para calcular el coste total. Aun así, la mayoría de aires acondicionados son bombas de calor (que en verano permiten enfriar al ser reversibles), pero podrán ser utilizadas en invierno como complemento a la calefacción, por lo que se amortizará más el aparato.