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El pueblo de España en el que mejor podrás refrescarte este verano

Blanca, en Murcia, es un pueblo con historia, naturaleza y, sobre todo, una de las mejores playas fluviales del país

Este es el destino que debes visitar antes de que se acabe el verano: el pueblo de las mil cascadas

El Segura a su paso por Blanca

El Segura a su paso por Blanca / Redes sociales

Para quién aún no tiene cerradas sus vacaciones del verano, o quien se ha quedado con ganas de más y busca un plan de fin de semana, Blanca en Murcia es un destino ideal. Una de esas pequeñas localidades con historia, naturaleza y una playa fluvial en la que refrescarte durante las horas más calurosas del día.

Qué hacer en Blanca

Lo primero y más importante: puedes bañarte. Por Blanca pasa el río Segura, formando un poco más abajo el Embalse de Ojós, y cuenta con la playa fluvial del Arenal, que es sin duda una de las mejores playas fluviales del país, en un entorno natural espectacular.

Pero en Blanca hay mucho más que hacer. Destaca su castillo árabe, Bien de Interés Cultural y del siglo XII, símbolo del poder de la Orden de Santiago tras la conquista cristiana. Desde él tendremos vistas de todo el verde valle del Ricote, además de por toda su ruta de miradores, cinco puntos desde los que disfrutar de la abundancia de agua de su naturaleza.

Otros puntos que reflejan la relevancia histórica de este enclave son la Iglesia de San Juan Evangelista, construida sobre la antigua mezquita mudéjar; su Ermita de San Roque del barroco, la casa de La Favorita, la casa del Conde (neoclásica) y el Teatro Victoria, además de poder disfrutar de sus calles de trazado irregular y sus edificios centenarios paseándonos por el lugar.

Y un punto importante es que sus fiestas son en agosto, en torno a la festividad de San Roque (16 de agosto), con un encierro al puro estilo de San Fermín.

De Negra a Blanca: un curioso cambio de nombre

Y además de poder disfrutar del encanto de sus calles y aguas, Blanca tiene una anécdota que ofrecernos, el haber pasado en su nombre por dos antónimos, Negra y Blanca.

Las explicaciones tanto para uno como para otro nombre son dos. Dicen que el nombre de negra podría derivar del nombre que le dieron las tropas musulmanas a una fuente cercana, por las numerosas bajas sufridas en la batalla por su conquista. Pero más probablemente se debería a la peña de origen volcánico que preside la zona, de nombre 'Peña Negra'.

¿Y por qué cambió su nombre a Blanca? Pues aunque dicen que se debió a evitar la coincidencia con la terrible epidemia de Peste Negra, muy probablemente se debió a la influencia que la reina Doña Blanca de Borbón ejercía sobre su cuñado, el Maestre de la Orden de Santiago que ejercía su autoridad sobre la localidad. En todo caso estos hechos ocurrieron en el siglo XIII y han puesto este rincón de Murcia en el mapa.