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Empoderarse

A diferencia de los que en el PP defienden que pactar el CGPJ con Sánchez sería un ejemplo de la debilidad de Feijóo, muchos en Génova piensan lo contrario

El presidente del CGPJ, Vicente Guilarte, junto al líder del PP, Alberto Nuñez Feijóo

El presidente del CGPJ, Vicente Guilarte, junto al líder del PP, Alberto Nuñez Feijóo / Europa Press / Alejandro Martínez Vélez

Génova ha decidido ponerse de perfil ante la medalla que Ayuso entregó el viernes al presidente argentino, Javier Milei, evitando cualquier comentario que pudiera sonar crítico pero sin mostrar entusiasmo alguno por el encuentro, a la vez que mantiene aislada del ruido exterior la negociación con el Gobierno por la renovación del CGPJ. Son ejemplos de que las elecciones europeas del 9 de junio han podido suponer un punto y aparte de Alberto Núñez Feijóo al frente del PP: tras las municipales y autonómicas de mayo del 2023 y las generales de julio, estos eran los terceros comicios que se podían presentar como un duelo con Sánchez, y el gallego se ha impuesto en los tres.

La consolidación del liderazgo de Feijóo en las urnas, pues, parece un hecho, pero ahora hay que evidenciarlo también en el interior del partido. La distancia que Génova ha tomado ante la imagen de Ayuso agasajando a Milei, que ha concitado incluso las dudas de medios habitualmente cercanos a la presidenta madrileña al considerar que sólo beneficia a Vox, puede ser un ejemplo del empoderamiento del líder gallego, pero la clave estará en cómo se resuelve la negociación con el Gobierno por la renovación del CGPJ.

Feijóo ha aislado los contactos, no quiere que haya interferencias externas como las que se produjeron a finales de 2022 y que acabaron haciendo imposible el acuerdo. Entonces, alguno de los negociadores del PP telegrafiaron a través de los medios el estado de la negociación y la presión a Génova fue tan fuerte que el pacto saltó por los aires cuando sólo faltaba la rúbrica definitiva. El PP no quiere que esa situación se repita y por eso no hay que descartar que una mañana nos desayunemos con el anuncio del desbloqueo del CGPJ.

A diferencia de los que en el PP defienden que pactar la renovación del Poder Judicial con el PSOE sería un ejemplo de debilidad de Feijóo ante Sánchez, en Génova hay quien sostiene lo contrario: desbloquear este organismo se ha convertido en una emergencia nacional, y si se vende bien, los ciudadanos sabrán valorarlo, creen muchos en la planta noble de la sede popular.

Este es también el momento adecuado para hacerlo y no sólo porque pende sobre España la amenaza de que el informe sobre el Estado de derecho que presentará en julio la Comisión Europea sea un varapalo a la imagen de la Justicia española, sino porque Feijóo está en una posición de fuerza dentro y fuera de su partido: que el PSOE se haya abierto a adoptar medidas inmediatas para despolitizar los órganos judiciales y a cambiar el sistema de renovación del CGPJ con una mayoría cualificada es una victoria que el PP puede apuntarse. Habrá que estar atentos a la letra pequeña del acuerdo, pero de concretarse esas medidas se iría por el camino adecuado.

El ultimátum del Gobierno al PP, que expira esta semana, no es la mejor forma de encarar una negociación, pero el hermetismo autoimpuesto por las partes invita al optimismo.