Opinión | LA PALABRA DE LOS NÚMEROS

Renovar el Banco de España

Pablo Hernández de Cos.

Pablo Hernández de Cos. / David Castro

El mandato de Pablo Hernández de Cos como gobernador ya ha finalizado y el Banco de España ha recuperado buena parte de su prestigio y credibilidad que había perdido durante la crisis bancaria de 2007. La causa principal de la crisis fue el crecimiento explosivo de la concesión de crédito y el Banco no hizo lo suficiente para frenarlo durante el mandato de Jaime Caruana y Miguel Ángel Fernández Ordoñez. Dos técnicos comerciales sin ningún conocimiento del banco y con mucha implicación política. Es cierto que tras la integración en el euro los bancos nacionales no disponían de medidas de supervisión macroprudencial que hoy si disponen pero la realidad es que el Banco no pudo frenar la dinámica explosiva del crecimiento del crédito, especialmente al sector de la promoción de vivienda y la compra de suelo que fue la causa principal de la crisis de solvencia de las entidades que necesitaron ser rescatadas.

La gestión de la crisis se caracterizó por la negación y la inacción. La sensación es que la economía española había caído en un pozo profundo, intensificado por la crisis financiera global, la peor en ochenta años, y la solución propuesta desde la plaza de Cibeles era que llegaran las lluvias para llenar el pozo y poder salir. Esa fue también la visión de Pedro Solbes y después de Luis de Guindos que aprobó un decreto que descapitalizaba a los bancos y afirmó que no sería necesario ni un euro de dinero público para recapitalizarlos. La realidad fue que tuvimos que pedir un rescate internacional después de que la economía española registrara una fuga de capitales superior al 20% del PIB en 2012.

El mandato de Luis Linde fue irrelevante y en ese escenario tomó posesión Hernández de Cos, con la reputación del Banco en su peor momento desde la crisis bancaria de los años setenta. Pablo es un hombre de la casa, regeneró el comité ejecutivo con una nueva generación de gente de la casa, discípulos de Luis Ángel Rojo con valores basados en la meritocracia, el talento y el compromiso de servicio público y funcionó. Hernández del Cos y el Banco de España han sido una voz respetada y relevante en el consejo del Banco Central Europeo y ha liderado el ala más moderada, junto con Philip Lane, frente a los alemanes.

El Banco recuperó su misión de centro de análisis e ideas sobre la economía española en el momento de mayor polarización política de la democracia y ha conseguido recuperar el crédito perdido ante la sociedad. No fue fácil, el estreno del nuevo equipo fue con una subida del salario mínimo real, descontada la inflación, del 20%, medida sin precedentes en la historia en ningún país desarrollado serio.

Terminado su mandato no hay acuerdo entre el PSOE y el PP para la renovación del banco y la subgobernadora representa al Banco de España en el consejo del BCE en Frankfurt pero sin derecho de voto. Las decisiones en las últimas reuniones han sido por consenso y eso hace menos necesario la aportación del Banco de España, pero la interinidad afecta muy negativamente a la imagen y reputación de España. El resultado de las elecciones europeas en Francia hacen que sea un país ingobernable, con un presidente con mínimo apoyo de la ciudadanía y con una crisis política e institucional sin precedentes en décadas. Eso ha dañado fuertemente la imagen de Francia en nuestro país, pues lo mismo está sucediendo con la imagen de España en el BCE y ante los gobiernos, medios y opiniones públicas de nuestros socios europeos.

El reciente acuerdo de los dos grandes partidos para renovar el Consejo del Poder Judicial, después de cinco años de bloqueo, es una luz al final del túnel que abre la esperanza a la renovación rápida del Banco. Pero es mejor elegir bien que rápido. Se rumorea que puede ser una mujer la que dirija por primera vez el Banco, pero de las candidatas que se comentan tan sólo Soledad Núñez tiene conocimientos elevados de política monetaria y conoce bien el Banco y la dinámica de la toma de decisiones en el sistema de bancos centrales. Se comenta también los nombres de José Manuel Campa y David Vegara, ambos con los conocimientos técnicos de política monetaria necesarios pero que vienen del mundo político y los precedentes de esos perfiles en gobernadores anteriores no permiten ser muy optimistas.

Hay dos opciones que darían continuidad a la labor realizada por Pablo Hernández de Cos. Oscar Arce, economista jefe del BCE, y David López Salido, economista jefe de asuntos monetarios de la Reserva Federal en Washington. Los dos conocen muy bien la casa, los dos tienen méritos y conocimientos sobrados de política monetaria y los dos aprendieron el espíritu de compromiso de servicio público de Luis Angle Rojo, uno de los mejores economistas de la historia de España que fue clave en la modernización del Banco de España y nuestra transición al euro. Veremos.