Tras las elecciones europeas

Sánchez señala el "agujero" electoral en Madrid y Andalucía y Ferraz pide una "reflexión" a estos territorios

El análisis que trasladan en la dirección es que en estos territorios no ha habido el suficiente pulso. “Aspiramos a ganar y tenemos que creérnoslos”, conminan desde Ferraz

El secretario general del PSOE y presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, preside la reunión de la Comisión Ejecutiva del partido el pasado lunes.

El secretario general del PSOE y presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, preside la reunión de la Comisión Ejecutiva del partido el pasado lunes. / EFE/ PSOE

Ferraz ha pedido a las federaciones de Madrid y Andalucía que hagan una “reflexión” por los resultados de las elecciones europeas en sus territorios. Después de que Pedro Sánchez señalase en la ejecutiva del PSOE su “preocupación” por el “agujero” electoral en ambas comunidades, en la dirección dicen estar en una fase centrada en el diagnóstico para recuperar terreno pensando ya en las próximas autonómicas. Su intención no es cuestionar los liderazgos de los barones socialistas Juan Lobato y Juan Espadas, según trasladan desde la cúpula socialista, sino identificar carencias al entender que ha fallado la movilización. El debate sobre los relevos orgánicos “ahora no toca”, apuntan las mismas fuentes de la cúpula, pero al mismo tiempo avanzan el mensaje de que “donde no gobernamos puede haber primarias”.

Madrid y Andalucía son los dos grandes territorios donde abiertamente señalan que los resultados son “malos”. En la Comunidad de Madrid, el PP obtuvo una ventaja de doce puntos y medio y 350.000 votos más. Esto es, la mitad de los 700.000 sufragios con los que los populares aventajaron a los socialistas en los comicios del pasado domingo. En Andalucía, el PSOE se queda casi seis puntos por debajo del PP y a 166.000 votos, perdiendo en las ocho provincias y en la capital.

El análisis que trasladan en la dirección es que en estos territorios no ha habido el suficiente pulso. “Aspiramos a ganar y tenemos que creérnoslos”, conminan. En el contexto madrileño, con un dominio electoral cada vez más amplio de la popular Isabel Díaz Ayuso, se refieren a que la “máquina del fango” funcionaría a pleno rendimiento y no se está sabiendo combatir. En esta línea, recuerdan que no hace tanto tiempo fueron primera fuerza frente a la líder de los populares en Madrid, cuando con Ángel Gabilondo al frente fueron primera fuerza.

En la federación madrileña entienden perfectamente el mensaje de Ferraz, saben que antes del examen electoral de 2027 tienen otro interno el próximo año. En las comunidades donde el PSOE no gobierna, está previsto que los candidatos puedan ser elegidos en unas primarias y Lobato tendrá que medir su poder interno en ese momento tras haber llegado a la Secretaría General en 2021 en una reñida carrera interna.

Pero dos años y medio después, en el PSOE madrileño creen que los resultados avalan el trabajo de Lobato. Ponen el foco en que cogieron el partido con un 16% de intención de voto y en las últimas europeas se han situado en el 28%. “En tres procesos electorales diferentes” que se han vivido en Madrid con este equipo, “en los tres ha subido” el partido, resumen. Y explican que en estas contiendas el “PP de Madrid ha perdido apoyos”.

En el equipo de Lobato defienden que en estas europeas la suya es la segunda federación que mayor número de votos ha aportado, con 50.000 más que Cataluña y 120.000 más que la Comunidad Valenciana. Además, señalan que han recuperado espacio en los municipios del sur de Madrid, donde el PSOE ha vuelto a ser la fuerza más votada, y en varios distritos de la capital. La debacle de Sumar ha ayudado en esta batalla. Con su liderazgo aún en construcción, tras las elecciones gallegas, el mismo Lobato cogió el guante lanzado por Sánchez en una ejecutiva federal e insistió en la necesidad de consolidar las candidaturas territoriales como la suya, que necesitan tiempo para ofrecer buenos resultados.

Por el momento nadie ha solicitado un congreso extraordinario y antes de los ordinarios deberá celebrarse el congreso federal. En un principio se barajó otoño precisamente por el ánimo de acelarar los precesos de renovación tras la pérdida de poder institucional en las elecciones autonómicas y municipales. Sin embargo, el adelanto de las elecciones catalanas y a falta de resolverse la gobernalidad, sin poder descartarse una repetición electoral, ha obligado a mirar más a la primavera de 2025. Los congresos autonómicos pendientes se celebrarían en cascada inmediatamente después.

El debate orgánico está latente, pero pendiente de calendario. Después de que se adelantasen los relevos de liderazgo en Extremadura, Comunidad Valenciana y Galicia, al dar un paso al lado sus secretarios generales, el resto de territorios no tienen intención de adelantar el proceso. Bien por entender que cuentan con liderazgos afianzados sin necesidad de renovarse, como es el caso de las tres comunidades donde gobiernan o cogobiernan (Asturias, Navarra, Castilla-La Mancha y Euskadi), bien por contar con más tiempo para preparar este proceso con consenso interno y evitar una competición en primarias.

Congreso sin calendario

Pedro Sánchez ya urgió a acelerar los cambios en las direcciones autonómicas y "rearmarse" tras la debacle en las elecciones gallegas. Entonces, el presidente del Gobierno y líder de los socialistas apuntó a “la renovación de liderazgos territoriales” como una tarea pendiente, habida cuenta de la pérdida de poder institucional en las últimas autonómicas y municipales. “Cuando terminen las elecciones europeas tendremos que abordarlo”, conminó al partido. Las distintas federaciones insisten en que no han abierto este debate y, con más o menos ahínco, se inclinan por no precipitar el calendario. La mayoría de los congresos autonómicos tocarían como máximo a finales de 2025. Incluso a principios de 2026, como es el caso de Asturias, cuyo congreso se retrasó por contagiarse de covid varios de sus cargos, entre ellos el secretario general y presidente del Principado, Adrián Barbón.

El mensaje que se traslada de forma genérica a los territorios es que deben rearmarse y promover liderazgos “transversales”, con capacidad de aglutinar apoyos más allá de las siglas, para frenar su declive electoral. Afianzar “proyectos de largo recorrido” para aglutinar voto “más allá del PSOE”.

En este contexto, en ningún territorio hay nombres alternativos sobre la mesa o que hayan insinuado su intención. En Aragón se mira a la portavoz del Gobierno, Pilar Alegría, para sustituir a Javier Lambán, pero desde su entorno trasladan que no es momento de dar el paso. Asimismo, el nombre de la vicepresidenta primera y vicesecretaria general de los socialistas, María Jesús Montero, ha sido agitado por algunos sectores para sustituir a Juan Espadas. En el entorno de Montero se limitan a asegurar que estará allí donde el secretario general decida que es más útil. Una respuesta que parece prototípica, pero que difiere del rechazo rotundo con el que se respondía a esta posibilidad hace unos meses.

Sectores críticos

Lobato ha apostado por crecer por el centro y no tanto a su izquierda, donde hasta ahora Más Madrid se mantenía fuerte, algo que le ha generado críticas internas. Pero para competir con Isabel Díaz Ayuso y el PP, que lleva 30 años gobernando, es necesario un perfil propio que se parezca a la población madrileña, apuntan siempre en su entorno.

La última victoria del PSOE madrileño en la Comunidad de Madrid se produjo en 2019, con Ángel Gabilondo al frente, que obtuvo 37 escaños (diez más que ahora) y el 27% del voto, 9 puntos más de los que obtuvo Lobato en 2023 cuando su nivel de conocimiento era muy bajo. En aquellas elecciones logró salvar los muebles empatando con Más Madrid, que partía con ventaja como líder de la oposición, pero también porque el debate interno se pospuso por la convocatoria repentina de las generales.

Lobato tiene sectores críticos en el partido, familias que piensan que no ha sido hasta ahora los suficientemente duro con Díaz Ayuso, que se ha dejado seducir por medios no afines que le dan voz y le piden hablar de asuntos que no tienen que ver con Madrid y que "así no se pueden ganar las elecciones". Pero en su equipo defienden la estrategia: “Veníamos de tener a un desconocido en 2021” que ha logrado situarse en el mapa y “superar a Más Madrid en estas elecciones”. “Lobato va a donde le llaman porque necesita que se le conozca más” y en Madrid se habla de política nacional más que en otras regiones, justifican. Mientras en la federación madrileña hay quien se mantiene expectante, los suyos le defienden: “Hay que dejarle trabajar”.