EBAU 2024

Bebidas energéticas y selectividad, una combinación que suspende: "Provocan bajón y pérdida de memoria"

Nutricionistas aconsejan evitar su consumición en la preparación de la EBAU ya que se asocia a problemas de insomnio y ansiedad

Fotografía de archivo de unos jóvenes bebiendo latas de bebidas energéticas.

Fotografía de archivo de unos jóvenes bebiendo latas de bebidas energéticas. / JORDI COTRINA

María G. San Narciso

María G. San Narciso

La mitad de las y los estudiantes de entre 14 y 18 años toman bebidas energéticas (Red Bull, Burn, Monster o Coca-Cola Energy, entre otras) en España. En concreto, el 54,4% de los chicos y el 40,7% de las chicas de esa edad, según el informe nacional ESTUDES. Muchos lo hacen con el objetivo de "mejorar la concentración", así que en esta época de preparación de la selectividad el consumo puede ser todavía mayor. Pero, lejos de obtener los beneficios que se piensan, los nutricionistas dejan claro que su consumo altera el sueño y aumenta el riesgo de padecer ansiedad o insomnio, dos problemas nada aconsejables cuando se tiene la prueba de acceso a la universidad a la vuelta de la esquina.

El Consejo General de Colegios Oficiales de Dietistas-Nutricionistas (CGCODN) ha alertado este jueves de que el consumo de bebidas energéticas puede ocasionar efectos negativos sobre la salud a corto y medio plazo. Son productos que contienen diversas combinaciones de vitaminas, minerales y sustancias estimulantes, como una alta dosis de cafeína (hasta 275 mg por cada envase), extractos de plantas como ginseng o guaraná (que aumenta aún más la cafeína), así como otros compuestos como la taurina, carnitina, inositol o glocuronolactona, además de "una importante cantidad de azúcares añadidos".

Pese a que este tipo de bebidas se venden con el mensaje de que permiten combatir el cansancio y la fatiga, mantenerte despierto y activo, y aumentar el rendimiento físico y mental en "agresivas campañas de marketing", el dietista-nutricionista y presidente del CGCODN, Manuel Moñino, advierte de que su ingesta impacta negativamente en la salud, "ya que altera el patrón de sueño y puede generar ansiedad, hipocondría, insomnio, cefalea, depresión, entre otras afectaciones".

Además, señala que "a medio y largo plazo, su consumo habitual incrementa el riesgo de daño cardiovascular, hematológico, neurológico y psicocomportamental, sin olvidar que la significativa cantidad de azúcares añadidos que contienen se asocia a mayor riesgo de obesidad y otras enfermedades crónicas".

Por eso, y porque todavía no se conoce bien el efecto que tienen en menores, Alma Palau, dietista-nutricionista y gerente del Consejo General, explica a EL PERIÓDICO DE ESPAÑA que estas bebidas en ningún caso están recomendadas para niñas, niños y adolescentes. Sobre todo cuando tienen "hasta 10 o 20 veces la cafeína que hay en un refresco de cola". No hay cantidad mínima exenta de peligro, pese a que muchas familias todavía no son conscientes de lo dañinas que pueden llegar a ser.

Desaconsejadas en menores

"Es una inyección de cafeína muy alta de la que se sabe muy poco sobre el efecto, porque no se ha sometido a menores a altas dosis para estudiarlo. Con todo, se sabe que los niños y adolescentes no tienen la capacidad de respuesta de un adulto, por lo que pueden crear dependencia y sufrir efectos negativos más acusados.

De hecho, "la intoxicación de cafeína en niños sí está documentada", asegura. Cuenta el caso de menores que han tenido que ser ingresados o atendidos en urgencias. Las taquicardias, el aumento de la tensión arterial y las arritmias están entre los problemas de salud que se han asociado a su consumo.

Y, aunque no sufran ninguno de ellos, la dietista-nutricionista asegura que beberlas hacen que, horas después, los estudiantes "no rindan" igual, víctimas del "bajón y de la pérdida de memoria y de concentración" que provocan. Tanto es así que el último ESTUDES asociaba su consumo con peores notas de media y más repeticiones de cursos. 

Reguladas en algunas CCAA

Los profesionales de la nutrición no son los únicos que han lanzado la voz de alarma sobre el consumo de bebidas energéticas. Ya en 2009 la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) las consideró un riesgo emergente. Esta entidad niega efectos positivos asociados a este tipo de bebidas y a uno de sus ingredientes principales, la taurina. Tampoco existe evidencia científica sólida sobre el consumo de ginseng, el guaraná o la L-carnitina en la mejora del cansancio, la capacidad cognitiva o la resistencia física.

En algunas comunidades autónomas, como Galicia, ya han legislado sobre ello. También el Ministerio de Sanidad y la Asociación Española de Pediatría desaconsejan el consumo de este tipo de bebidas estimulantes en niños y adolescentes, al considerarlas perjudiciales para la salud.

Para mejorar los resultados en los estudios sin necesidad de recurrir a sustancias estimulantes, Palau aconseja hidratarse con mucha agua, evitar las comidas pesadas, mantener un orden y un horario con las comidas y evitar los ayunos prolongados. Todo eso, asegura, ayuda muchísimo más que cualquier bebida energética.