EN MADRID

Un vecino descubre la cabeza de la mujer asesinada y decapitada por su marido

Su pareja, un policía local retirado, la había ocultado en unos matorrales a 200 metros de su casa, en Soto del Real

El hombre le disparó varias veces. Luego, le cortó la cabeza y se suicidó. Los investigadores hallaron el cuerpo de la víctima en el garaje de la vivienda

Soledad fue asesinada y decapitada por su marido en Soto del Real (Madrid). La Guardia Civil ha encontrado la cabeza de la mujer una semana después.

Soledad fue asesinada y decapitada por su marido en Soto del Real (Madrid). La Guardia Civil ha encontrado la cabeza de la mujer una semana después. / EFE

El fuerte olor alertó a un vecino anoche y lo condujo hasta unos matorrales cercanos a la casa donde, el pasado 18 de junio, Jorge, un policía local jubilado, asesinó y decapitó a su pareja, Soledad, y luego se suicidó.

Una semana después del hallazgo de los dos cadáveres, la Guardia Civil ha encontrado la cabeza de la mujer, de 65 años, que su asesino había ocultado en un paraje a 200 metros del lugar donde cometió el crimen, según informan fuentes del caso a este medio.

Fuerte olor

Este lunes, a medianoche, la localizó un vecino de la víctima, al que llamó la atención el fuerte olor a descomposición que llegaba desde un terreno rural, por lo que decidió avisar a la Policía Local.

Entre la maleza, dentro de una bolsa, los agentes descubrieron los restos humanos de Soledad y llamaron a la Guardia Civil, que los buscaba desde el pasado 18 de junio. Los investigadores del Equipo de Policía Judicial de la Guardia Civil de Colmenar Viejo ya han recogido y trasladado la cabeza hasta el Instituto de Medicina Legal, donde se le practicará la autopsia.

Una carabina y una escopeta

La Guardia Civil buscaba la cabeza de Soledad desde que descubrieron el crimen. Alertados por una hermana de la mujer, los investigadores acudieron al domicilio hace una semana y encontraron en el garaje el cuerpo de la víctima, que presentaba varias lesiones provocadas por arma de fuego, como adelantó este canal de investigación y sucesos.

En una habitación de la primera planta estaba el cadáver de su pareja y presunto asesino, Jorge, un policía local retirado de 53 años. En la casa, los investigadores encontraron también una carabina, una escopeta y varios cuchillos que podrían haber sido empleados después del crimen.

Todo indica, según fuentes de la investigación, que el hombre disparó varias veces a su mujer, luego la decapitó, se deshizo de la cabeza y finalmente se suicidó, posiblemente utilizando la carabina de tiro.

Quería separarse

Soledad había decidido separarse de su marido, Jorge, el padre de su tercer hijo. El hombre no aceptaba su decisión y ella inició los trámites legales. La semana pasada, la mujer, de 65 años, se fue a Londres a ver a su hija mayor. Mientras ella estaba en Inglaterra, Jorge, su marido, de 53 años, recibió un burofax en el que se le comunicaba que "tenía que abandonar la casa" en la que vivían, en Soto del Real (Madrid), que era propiedad de la mujer.

Un disparo en el corazón

La mujer regresó el 14 de junio a Madrid. Los primeros hallazgos de la investigación de la Guardia Civil no han podido determinar aún si fue asesinada el sábado o el domingo, pero sí permiten ya reconstruir las últimas horas del asesino y de su víctima después de que ella regresara a su casa. Jorge, el marido, disparó en el corazón a su mujer dos balas del calibre 22 con una carabina. Una de ellas le impactó en el corazón y le causó la muerte.

El crimen ocurrió en la planta baja de la casa, en la calle Vicente Aleixandre de Soto del Real (Madrid). Los primeros datos apuntan a que el hombre pasó al menos un día con el cadáver sobre la alfombra de la habitación. Fue después cuando lo trasladó al garaje. Allí lo colocó sobre un tronco de madera. Con un hacha, decapitó a su mujer.

Una botella de whisky

Muy pronto, la hermana y la hija de Soledad habían empezado a llamar al teléfono móvil de su madre, que estaba encendido y en poder del marido. Nadie contestaba. Fue entonces cuando el asesino decidió deshacerse de la cabeza de su mujer. Jorge no tenía coche propio, aunque ese fin de semana tuvo a su disposición tres vehículos: una moto BMW suya, el coche de su padre el de la víctima, un Audi A3 amarillo.

A su regreso a casa, con el resto del cadáver de su mujer en el garaje, Jorge subió a la buhardilla con una botella de whisky y una escopeta de caza. Se bebió entera la botella y se pegó un tiro en el pecho. No dejó ninguna nota.