Naufragio

El capitán del 'Argos Georgia' sufre "un gran trauma emocional" por las desapariciones y las muertes

Un avión del Ministerio de Defensa despega este viernes para llevar a cabo a lo largo de este fin de semana la repatriación de los afectados

El puerto de Stanley y, al fondo, la fragata “Lilibet”, que rescató a la mayoría de supervivientes.

El puerto de Stanley y, al fondo, la fragata “Lilibet”, que rescató a la mayoría de supervivientes. / FDV

Jorge Garnelo / Julio Pérez

Los 13 tripulantes encontrados con vida en una de las balsas del pesquero Argos Georgia, naufragado este lunes a 200 millas de Stanley (islas Malvinas) con 27 personas a bordo (10 españoles y ocho de ellos gallegos), vivieron un episodio extremo entre fuertes rachas de viento y un oleaje agresivo que puso en riesgo su integridad durante las más de 20 horas que pasaron a la intemperie a la espera de una señal de auxilio.

José Manuel Pena, uno de los allegados de la familia del capitán de la nave accidentada, el ribeirense José Saborido Rey, aseguró ayer en declaraciones a Faro de Vigo que el bote volcó dos veces. “Cayeron al agua (a cerca de cuatro grados) y tuvieron que subirse. Están todos bien, pero los mayores daños son psicológicos”, remarcó, para añadir que la mayoría de los rescatados han necesitado tranquilizantes debido a la ansiedad provocada por el “shock” que supuso el fatal siniestro.

Este jueves, poco después de las 18.00 hora española, el decimocuarto marinero vivo llegó al archipiélago británico a bordo del pesquero vigués Robin M.Lee, que además recuperó y trasladó el cuerpo de uno de los tripulantes fallecidos. Le acompañaba el pesquero chileno Puerto Toro, que transportó a tierra los otros ocho cadáveres.

Repatriación este fin de semana

Hoy por la mañana parte desde España un avión del Ministerio de Defensa en el que viaja un diplomático del Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, con el objetivo de llevar a cabo a lo largo de este fin de semana la repatriación de los afectados. La Asamblea Legislativa malvina confirmó por su parte que este martes “se declaró el final formal” de la operación de búsqueda de las cuatro personas que continúan desaparecidas, y que presume que “han fallecido”, aunque apuntó que las opciones para continuar con el dispositivo “se mantendrán bajo revisión constante durante los próximos días”.

“La fase de seguimiento está en marcha”, subrayó, valorando la colaboración “muy estrecha y eficaz” entre los cuerpos e instituciones que han participado en un operativo con “condiciones muy difíciles”. El Gobierno de las islas emitió un segundo comunicado por la tarde en el que ratificó estas palabras: “Esto incluye solicitar apoyo a los buques que puedan estar en la zona y otras opciones posibles”.

El balance del hundimiento, provocado por una gran vía de agua cuya causa todavía no se ha aclarado a la espera de que los 14 supervivientes ofrezcan su testimonio, es demoledor. A las cuatro personas desaparecidas –entre ellos los ingenieros gallegos Antonio Barreiro Torea (natural de Noia) y Juan Antonio García Rey (Ribeira)– se suman las nueve que han perdido la vida –entre ellas otros dos gallegos, César Acevedo (vecino de Vigo y patrón) y Santiago Leyenda (de Baiona y cocinero del barco)–. Los demás españoles –iban 10 en el barco y de ellos ocho eran gallegos, así como ocho rusos, cinco indonesios, dos uruguayos y otros dos peruanos– están en tierra. Han sobrevivido al siniestro los ribeirenses José Saborido Rey (capitán), José Ramón Hombre Saborido (primer oficial) y Ramón García Reiriz (jefe de máquinas); el pontevedrés Francisco Gondar Sanjorge (segundo oficial); la bióloga manchega Amparo Burguillos y Pere Hernández Banquete, barcelonés que también viajaba como observador científico.

Apoyo a la llegada

De los marineros hallados con vida, los 13 que iban en un mismo bote fueron rescatados por la patrullera de vigilancia pesquera Lilibet, que los llevó este miércoles a última hora de la tarde al puerto de Stanley. Todos ellos han sido ya evaluados médicamente por el equipo del hospital King Edward VII Memorial y han recibido el apoyo de Lighthouse Seafarers Mission (una organización benéfica cristiana independiente que presta servicio a los marineros del archipiélago británico).

La comunidad local de Stanley donó ropa y otros bienes vitales a las víctimas

La Asamblea Legislativa malvina afirmó ayer que se les brindó apoyo social, ropa y otros artículos vitales, muchos de los cuales habían sido donados por la comunidad local, antes de ser llevados al hotel donde se encuentran alojados. El protocolo se repitió con el decimocuarto superviviente a su llegada ayer y ahora procederán a prestar declaración sobre lo acontecido. Conforme matizó el delegado del Gobierno en Galicia, Pedro Blanco, será “ante las autoridades británicas, que son las que llevan la investigación”, pese a que también se hará una en España. Espera que los testimonios aporten “muchísima luz”.

“No solo era un buque pesquero, sino que actuó como una plataforma para la ciencia que, durante muchos años, ha contribuido mucho a la comprensión de estas aguas remotas y misteriosas. Brindó apoyo vital a quienes estaban en Georgia del Sur, llevó a nuestra gente a casa o a las islas cuando pudo y realizó miles de horas de investigación en el mar. Su ausencia de estas aguas es difícil de contemplar”, resaltó el Gobierno de las Islas Georgias del Sur y Sandwich del Sur en relación al Argos Georgia, de la armadora británico-noruega Argos Froyanes. Tras decretar Vigo y Baiona un día de luto oficial por las víctimas del siniestro, Galicia también tuvo ayer un sentido homenaje en la ofrenda al Apóstol.

El capitán Saborido, en "shock"

Tras el primer contacto personal establecido la tarde del pasado martes por el capitán, José Saborido, con sus familiares, en su domicilio de Ribeira recibieron en la mañana de ayer jueves una nueva llamada. “Además de las magulladuras y del golpe que se dio en la cabeza contra el barco, está muy afectado y mal de ánimo. Y, aunque está algo más tranquilo, lo cierto es que está confuso, y empieza a asimilar ahora el alcance de la tragedia. Al igual que los demás supervivientes, está tomando tranquilizantes para afrontar el shock que les produjo una experiencia al límite”, señala José Antonio Fernández, su cuñado. El capitán del Argos Georgia “siente una gran impotencia por el hecho de que no se haya podido salvar toda la tripulación, y una profunda frustración por las desapariciones y por las muertes de sus compañeros”, explica José Antonio, quien añade que su cuñado “tiene un gran trauma emocional”.

José Saborido, el capitán, en el puente de mando.

José Saborido, el capitán, en el puente de mando. / FDV

"José fue el último en saltar del barco"

“Los supervivientes están siendo conscientes ahora aún de lo que ha pasado”, dijo. Como buen capitán, José fue “el último en saltar del barco”, recalcó. Tras destacar que José Saborido “es un hombre de mar de toda la vida, con una enorme experiencia, muy responsable y de los mejores capitanes que hay faenando en la zona del naufragio”, José Antonio Fernández señaló, en declaraciones a El Correo Gallego, que “en el mar, tras veinte años, como es el caso de José, se crean auténticas familias. Y la pérdida de un compañero de tripulación es la pérdida de un familiar”.

Con el vigués César Acevedo, el patrón de pesca y uno de los fallecidos, llevaba dos décadas trabajando, y con Ramón García, el jefe de máquinas, uno de los supervivientes, 10 o 12 años. Por supuesto, José Saborido está deseando reencontrarse con los suyos, pero, respecto a su futuro profesional, su cuñado dice que “lo primero será descansar y recuperarse, y luego meditar con detenimiento”. Francisca, la esposa del capitán, está tomando también tranquilizantes. Y es que ni siquiera tras hablar por segunda vez con su marido (que le envió una foto para demostrarle que está bien) consigue recuperar la calma: “También ella está algo aturdida por la presión que está sufriendo”.