Entrevista

Thea Hvistendahl: “Me interesa lo que sentimos cuando alguien muere porque es algo que no hemos resuelto"

La directora noruega Thea Hvistendhal debuta con 'Descansa en paz', una película que adopta ciertos códigos del cine de terror para explorar el duelo

La directora de cine Thea Hvistendahl, en el Hotel Casa Fuster.

La directora de cine Thea Hvistendahl, en el Hotel Casa Fuster. / Zowy Voeten

Los libros del sueco John Ajvide Lindqvist han inspirado algunas de las películas de género fantástico y de terror más interesantes de las últimas décadas: Déjame entrar (2008) y su magnífico remake americano, o Border (2018). A ellas se suma ahora el impactante debut en el largo de la cineasta noruega Thea Hvistendahl, que adapta en él la novela homónima de Lindqvist: Descansa en paz. Como las dos otras películas citadas, no es una propuesta que abrace el cine de género aferrándose a sus tropos o convenciones.

La película de Hvistendhal es una película de zombis atípica, en la que la idea del muerto que vuelve a la vida no se aborda desde el terror epidérmico o la inquietud lúdica. Podemos decir –para el disgusto del que busque una película de terror puro– que en Descansa en paz los zombis son la excusa para articular una película tan dura y dolorosa como bella sobre el duelo, sobre el dolor que sucede a la pérdida de un ser querido.

Cine de terror (o no)

Descansa en paz, que tiene muchos paralelismos con La resurrección de los muertos (2004) de Robin Campillo, tiene el siguiente (e inquietante) punto de partida: en Oslo, una mañana de verano, los muertos despiertan y vuelven a sus casas. El filme muestra cómo lidian varias familias con ese suceso. Su directora y guionista, que visitó Barcelona hace unos meses con motivo del pase de la película en el BCN Film Fest, es sincera en su manera de explicar su relación con el cine de terror, al que su película se adscribe aunque lo haga de manera escurridiza.

“No soy una gran fan del cine de terror, pero disfruto con él. No soy, por ejemplo, entusiasta de las películas de monstruos pero sí me interesa mucho el cine de terror que utiliza los recursos del género para explorar los mecanismos psicológicos o hablar de cosas complejas, filosóficas o existenciales. Pienso en las películas de Lucile Hadzihalilovic o en Little Star, otra novela de Lindqvist que me gusta mucho e inspiró en gran medida mi corto Children of Satan (2019), en el que tampoco pensé nunca como una película de terror pero estuvo en varios festivales de género [pasó por Sitges y ganó el Méliès de plata al mejor cortometraje]”, cuenta Hvistendhal.

En Descansa en paz, la cineasta se aferra (con más fuerza de lo que ella siente) a ciertos mecanismos, ritmos, atmósferas y estéticas del cine de terror para componer un estudio sobre el duelo. No es una película que juegue la carta del sobresalto, o de lo escabroso, o de la violencia. Ni que entienda al zombi como un monstruo. Pero, sin perder su belleza, es una propuesta con una atmósfera y una tensión propias del género.

La directora de cine Thea Hvistendahl.

La directora de cine Thea Hvistendahl. / Zowy Voeten

Es también un filme muy duro. Está rodado con un gusto y una elegancia exquisitos, pero no hace concesiones en su análisis del duelo. Hvistendhal pone el foco en los personajes para contar de manera expresionista su dolor. La decisión de centrarse en los procesos de duelo la distancia de la novela de Lindqvist: “El libro es mucho más amplio, cubre muchas otras cosas, como la respuesta del gobierno al suceso. En un principio incluí muchas de esas cosas en el guion, pero gradualmente me di cuenta de que lo que más me había gustado del libro, con lo que más había conectado, había sido su parte más emocional. Quería hablar de lo que sentimos todos cuando alguien muere porque es una de las cosas que los humanos no hemos podido resolver, podemos arreglar muchas cosas pero aún no sabemos cómo sobrellevar algo así. ¿Qué pasaría si volvieran nuestros seres queridos? Me intrigaba explorar qué sucedería si el deseo de volver a ver a alguien se cumpliera. Y convertir el dolor en algo visualmente tangible. También es una película sobre aceptar lo que ha sucedido y avanzar, y ser capaz de conectar con las personas que siguen aquí”, cuenta la directora.

Descansa en paz es una película hermosa pero tremendamente triste, algo que Hvistendhal sabe y defiende: “Disfruto con las películas que me ponen triste”.