Estreno de series

'Mi Lady Jane', en Prime Video: una nueva historia para la 'reina de los 9 días'

Hablamos con las creadoras (Gemma Burgess y Meredith Glynn) de esta irreverente serie de época, especie de híbrido feminista de 'Los Bridgerton' con 'The Boys'

Emily Bader (Jane Grey) en una imagen de la serie 'Mi Lady Jane'

Emily Bader (Jane Grey) en una imagen de la serie 'Mi Lady Jane' / Prime Video

Juan Manuel Freire

Juan Manuel Freire

La serie de época poco fiel a la realidad, que reinventa la historia a través de actitudes, canciones y tacos muy de ahora, empieza a ser un subgénero dominante en la televisión actual. En el centro suele haber jóvenes mujeres de ideario feminista contemporáneo, decididas a resistir contra la toxicidad patriarcal. La estupenda 'Dickinson' encontraba las rimas entre la obra de la poeta del siglo XIX y los más desafiantes 'trap' y 'dark pop' del XXI. 'The Great', que era ciertamente grande, subía unos grados la obscenidad para elucubrar sobre cómo arrebató Catalina I el trono a su marido, el emperador Pedro III de Rusia, aquí presentado como violento patán. 

Esta última fue una gran referencia de Gemma Burgess (autora de los populares libros 'Chicas de Brooklyn') y Meredith Glynn (guionista de 'Scream', 'Supernatural' o 'The Boys') a la hora de debutar como 'showrunners' con 'Mi Lady Jane' (Prime Video, desde el jueves, día 27), adaptación del primer volumen de la popular saga de ucronías 'young adult' que ha servido a tres autoras (Cynthia Hand, Jodi Meadows y Brodi Ashton, las llamadas Lady Janies) para rendir lúdico homenaje a mujeres ultrajadas, incomprendidas o calumniadas a lo largo de la historia del mundo y de la literatura.

"Recuerdo haber visto a una chica con el primer libro en el metro", explica Burgess. "Me llamó la atención, me hice con él y me encantó. Meredith y yo nos hemos querido acercar a la adaptación con el máximo respeto, como verdaderas fans, pero también nos planteamos abrir este mundo a nuevos públicos". ¿Uno más adulto, quizá también más masculino? Que la serie sea más grosera que el libro seguramente ayude a conseguir el objetivo. "Desde luego, el original era menos soez", admite Burgess sonriendo. Y acepta mi idea de etiquetar 'Mi Lady Jane' como el eslabón perdido entre 'Los Bridgerton' y 'The Boys', serie esta última que sirvió a Glynn "como perfecto campo de entrenamiento para desarrollar la grosería de los Tudor", según dice ella misma. Burgess propone un segundo híbrido: "Solemos hablar de esta serie como un cruce de 'La princesa prometida' con 'Buffy, cazavampiros'. A lo que debemos sumar unos toques de 'La víbora negra'". 

"A la mierda con eso"

"Para nosotras, el principal atractivo era la propia Jane Grey", recuerda Glynn. "Es un personaje que nos ha tenido obsesionadas desde jóvenes. Como bien es sabido, fue una reina de la dinastía Tudor que lideró Inglaterra durante nueve días y después fue encarcelada y decapitada por traición. La historia la suele presentar como una clásica 'damisela en apuros'. En el libro de las Lady Janies se recuerda su suerte y se añade: 'A la mierda con eso’. A lo que nosotras contestamos: 'Absolutamente'".

En lugar de perder la cabeza, Jane resiste aquí el empuje de las fuerzas oscuras de la época y se dedica a correr aventuras románticas y sobrenaturales. "Para nosotras –explica Glynn–, es un personaje que nunca se rinde, que siempre sigue intentándolo, que persiste. Esa es la lección que deberían aprender de ella no solo las chicas jóvenes, sino todo el mundo". La debutante Emily Bader insufla arrebatador carisma a esta creación insolente. ¿Ídolo (inter)generacional a la vista? "Vimos a muchas, muchas actrices, pero ninguna era Jane", señala Burgess. "Y a última hora nos llegó un vídeo grabado por una chica en su cocina de Culver City [California], a dos manzanas de las instalaciones de Amazon Studios. Esa chica era Jane, aunque no fuera inglesa. Su acento es increíble". 

Voces femeninas por doquier

'Mi Lady Jane' saca su chulería no solo de sus creadoras y actriz revelación, sino también de la directora Jamie Babbit, autora del clásico 'queer' 'But I'm a cheerleader' o capítulos de 'Las chicas Gilmore', 'Girls' y un largo etcétera de series queridas. Según Glynn, fue "la mejor colaboradora que podían soñar un par de 'showrunners' debutantes". Burgess destaca "su humor inteligente y único y su capacidad [no siempre presente en directores televisivos] de contar historias a través de las imágenes".

Como en 'The Buccaneers: aristócratas por amor', otra serie de época con fresco espíritu feminista, la banda sonora está poblada de voces femeninas, en este caso versionando a menudo clásicos de la British Invasion. (Burgess): "Es difícil encontrar chulería femenina en el rock británico de los años cincuenta y sesenta. Así que, ¿por qué no inyectarla nosotras mismas? Elegimos nuestros 'hits' favoritos de The Zombies, The Troggs, Deep Purple, Led Zeppelin… y buscamos artistas británicas actuales que pudieran versionarlos". Es decir, esto va de reinventar no solo la historia a secas, sino también la historia musical.