FINAL DE CHAMPIONS

La paradoja del Borussia Dortmund: cómo llegar a la final de Champions vendiendo a Bellingham y Haaland con un equipo que no vale ni la mitad que el Real Madrid

El conjunto alemán ha ingresado en la última década más de 1.000 millones por ventas de jugadores como Dembélé

Erling Haaland y Jude Bellingham, en su etapa de jugadores del Borussia Dortmund, celebran un gol.

Erling Haaland y Jude Bellingham, en su etapa de jugadores del Borussia Dortmund, celebran un gol. / FILIP SINGER / EFE

Denís Iglesias

Denís Iglesias

Entre 2020 y 2022 coincidieron Erling Haaland y Jude Bellingham en el Borussia Dortmund, los dos jugadores con más valor de mercado del mundo junto a Kylian Mbappé (180 millones, según Transfermarkt). En la temporada 2020/2021, el equipo alemán cayó en cuartos frente al Manchester City. En la 2021/2022 ni siquiera pasaron de la de grupos de Champions y perecieron en la Europa League. El noruego se fue al conjunto 'citizen' por 60 millones en 2022 y el inglés se marchó el verano pasado al Real Madrid por 103 millones. Paradojas del fútbol, el conjunto de Terzic ha alcanzado la final de Champions en 2024 frente al Real Madrid con el equipo con menor valor de mercado de los últimos siete años (463,70 millones).

El desempeño del conjunto 'borusser' es una lucha contra la descapitalización que ha sufrido el equipo en los últimos años. Alcanzó su valor más alto en la temporada 2018/2019, con 463,70 millones de tasación, gracias a Jadon Sancho (100 millones, 15 más por los que fue traspasado al United en 2021), Christian Pulisic (60) o un Marco Reus (50) que todavía no había iniciado su declive de mercado. Aquel equipo dirigido por el suizo Lucien Favre, en el que también estaban Hakimi, Witsel o Alcácer, no ganó nada.

El Borussia vale menos de la mitad que el Real Madrid

De hecho, en los últimos doce años el Borussia ha ganado´dos Copas de Alemania y tres Supercopas después del histórico doblete de Klopp en la Bundesliga (2011/2012). En Dortmund están preocupados lo justo por ello. El medidor del fracaso está en ver cómo sufre su afición, el gran patrimonio de un club donde el 60% pertenece a accionistas diversos. El drama más reciente se vivió en el desenlace de la temporada 2022/2023, cuando Bellingham se despidió llorando tras perder la Bundesliga en la última jornada.

El equipo que intentará evitar la 'Decimoquinta' tiene un valor de mercado que es menos de la mitad que el Real Madrid: 1.040 millones frente 463,70. Los jugadores del conjunto alemán más cotizados son Julian Brandt, Gregor Kobel y Donyell Malen (40 millones), que estarían en el octavo escalón del equipo de Ancelotti. Pero la estrategia de la secretaría técnica 'borusser' no va a cambiar. La idea está clara: generar plusvalía en los jugadores en el menor tiempo posible.

En los últimos diez años, el Borussia Dortmund ha obtenido ingresos por valor de más de 1.000 millones (1.033) que le sitúan como el séptimo equipo del mundo en esta partida. En el balance total de la última década han logrado un superávit de 127,46 millones. Como caso paradigmático está Dembélé, al que ficharon del Rennes en 2017 por 35 millones y vendieron al año siguiente por 135 millones.

Ousmane Dembélé, en su etapa como jugador del Borussia Dortmund.

Ousmane Dembélé, en su etapa como jugador del Borussia Dortmund. / FELIPE TRUEBA / EFE

El primer club alemán en cotizar y despeñarse en bolsa

El francés fue la incorporación más cara en la historia del conjunto alemán. Por Jude Bellingham pagaron en 2020 -cuando tenía 17 años- una cantidad de 30,15 millones que se multiplicó hasta los 103 (más 30 de bonus), en su salida hacia el Real Madrid. El Dortmund es un equipo vendedor, pero que no por ello carece de proyecto. Lo ha encontrado en los últimos años gracias a Edin Terzic, un interino que hacía labores de 'scouting' con Klopp y que se ha convertido en aspirante al título.

En el Dortmund se impuso mentalidad austera después de que en 2005 las acciones del BVB se convirtieran directamente en bonos basura. El conjunto alemán fue pionero en el 2000, al convertirse en el primero del país en cotizar. Debutó en la Bolsa de Fráncfort. A mediados de 2005 los títulos del club 'borusser' se desplomaron un 80%. Fue la gota que colmó un vaso que se fue llenando desde 1997, cuando los de Ottmar Hitzfeld se proclamaron campeones de Europa.

Los dirigentes del Borussia tuvieron mentalidad de 'nuevo rico' y empezaron a fichar a base de talonario hasta alcanzar una deuda oficial de 170 millones. El agujero fue tal que tuvieron que vender su joya de la corona, el Westfalenstadion (después lo recuperarían), a una sociedad de inversores. Firmaron un contrato de alquiler que posteriormente no podían asumir y el club quedó en la cuerda floja. Hasta que apareció la figura de Hans-Joachim Watzke, actual director general, que puso la palabra sostenibilidad en todos los frentes del club. Después de dos décadas decidió en enero que abandonará el Dortmund en 2025.

Hans Joachim Watzke, director general del Borussia Dortmund y arquitecto de la era moderna del club alemán.

Hans Joachim Watzke, director general del Borussia Dortmund y arquitecto de la era moderna del club alemán. / BVB

Comprar joven y barato para obtener plusvalías

Watzke dejará un modelo de éxito que es admirado en el mundo del fútbol y que ha llevado a jugadores como Bellingham o Sancho a potenciar su futuro con la camiseta negra y amarilla. El caso del inglés es paradigmático. Después de estrellarse en el Manchester United ha vuelto a revivir con 23 años en el Dortmund, un excelente escenario para que las jóvenes promesas se desarrollen. Pero de verdad.

Aunque el objetivo final sea una venta, el Borussia, sobre todo desde la llegada de Klopp al banquillo, da minutos de calidad a los jugadores que forma. En eso se parece a su rival en la final de Champions. Según un estudio reciente de CIES Football, el Real Madrid es el equipo de élite que ficha jugadores más jóvenes, con 23,32 años de media frente a los 24,39 del Borussia Dortmund (la misma cifra que el Manchester City).

En términos puramente deportivos, más allá de la Champions, no ha sido la mejor temporada del Borussia Dortmund. Los de Terzic cayeron en octavos de la DFB Pokal, en la Bundesliga fueron apenas quintos, pero alcanzar la final de la máxima competición europea ha mejorado todas las expectativas de crecimiento del club. La última vez que el Dortmund estuvo a las puertas de ganar una 'Orejona' fue en 2013 contra el Bayern de Múnich, que venció con un gol de Robben.

Aspecto exterior del Westfalenstadion, conocido por motivos de patrocinio como Signal Iduna Park.

Aspecto exterior del Westfalenstadion, conocido por motivos de patrocinio como Signal Iduna Park. / MARTIN MEISSNER / AP

Explotar la marca para depender menos de los resultados

Tras eliminar al PSG en semifinales, el equipo germano se aseguró, como mínimo, 20 millones de euros y sus acciones se reforzaron en bolsa después de tres años a la baja. Actualmente el club cuenta con una capitalización de 461, 45 millones de euros y cada título tiene un valor de 4,18 euros (el máximo fue de 9,15 en 2018). Niveles testimoniales, pero relevantes en un sector como el de los clubes de fútbol que apenas han hecho incursiones duraderas en el sector bursátil.

Las claves del presente y futuro del modelo de éxito reciente del Borussia se expresan a la perfección en su memoria corporativa de la pasada temporada. "Una empresa de fútbol solo puede tener éxito financiero si disfruta de éxito deportivo a largo plazo. Para que en el futuro sus resultados financieros dependan menos del éxito deportivo a corto plazo, el Borussia Dortmund seguirá adelante con la comercialización nacional e internacional de su marca", reflexiona el club.

Para la ejecutiva 'borusser', la fórmula no es mágica y tiene un pilar fundamental: "Los aficionados, socios y socios comerciales". Por eso consideran que "el Borussia Dortmund tiene que utilizar el potencial de marca a su disposición y aprovechar las oportunidades comerciales inherentes al fútbol de clubes profesionales a nivel internacional". Esta visión a largo plazo es la que les permitirá cerrar un curso que puede ser histórico, pero que no cambiará su 'core': comprar joven, invertir en talento y vender para seguir creciendo. El tiempo les ha dado la razón.