VERANO

Cinco consejos para mantener la hidratación y refrescarse frente a la ola de calor

Las autoridades sanitarias insisten en la necesidad de protegerse el organismo para gozar de un buen estado de salud en la temporada de verano

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Beber líquidos y, sobre todo, agua, es una de las prácticas más necesarias a diario, pero especialmente en época de calor

Beber líquidos y, sobre todo, agua, es una de las prácticas más necesarias a diario, pero especialmente en época de calor / Arnie Watkins

Los pronósticos de la AEMET indican que este verano podría ser uno de los más cálidos que se han producido hasta la fecha, con una probabilidad de entre un 50% y un 70% de que se cumpla esta previsión. Con el aumento de temperaturas en las últimas semanas, los expertos inciden en que hay que poner en práctica ciertos hábitos básicos para combatir el calor y mantener un buen estado de salud.

Ya no solo se trata de llevar a cabo medidas para refrescarse y sentirse a gusto, sino que también es muy necesario asegurar que el organismo se encuentre bien hidratado y protegido de la exposición al sol. Toma nota de estos cinco consejos contra el calor.

Cómo combatir las altas temperaturas: 5 trucos

El primer paso es beber líquidos, sobre todo agua. Es un mito que la OMS haya recomendado que hay que tomar la cantidad fija entre 1,5 y 2 litros diarios, porque más bien señala que esta dosis varía en función del peso y de las condiciones de salud de cada persona.

Para hacer el cálculo más ajustado a la necesidad de cada cual, se toma como referencia que se deben ingerir 35 mililitros de agua por cada kilo de peso en el caso de adultos sanos. A modo orientativo, una persona que pese 55 kilos tendrá que tomar en torno a 1,9 litros diarios y quien pese 80 kilos, aproximadamente 2,8 litros.

Se debe evitar que el agua se encuentre excesivamente fría al beberla ya que podría producir un corte de digestión por el contraste de temperaturas con el organismo, que está muy caliente en su interior.

El segundo consejo es utilizar prendas frescas, con tejidos que transpiren y sean ligeros, como el algodón o el lino. Así, el aire circulará y se favorecerá la eliminación del sudor. Es sano que se segregue, ya que es un mecanismo natural de regulación de la temperatura corporal. Hay que evitar las telas sintéticas, como el poliéster, el vinilo o el nylon y los colores oscuros que no reflejan la luz. Además, se aconsejan las gorras o pañuelos para cubrir la cabeza si se va a estar bajo el sol.

El tercer punto es consumir comidas ligeras. Deja a un lado los cocidos y los guisos contundentes de cuchara y opta por ensaladas fresquitas. Hay decenas de combinaciones posibles, son fáciles y rápidas de preparar y son muy saludables. Las digestiones pesadas solo ralentizarán tu organismo y aumentarán tu sensación de calor.

Ducharse con agua fresca es el cuarto consejo para combatir el calor este verano. No obstante, no lo hagas con agua helada para no tener un contraste repentino. Además, si te bañas con agua excesivamente fría, aunque sientas un alivio momentáneo bajo la alcachofa, en cuanto salgas de la ducha el organismo buscará regular la temperatura y, tras el contacto con el agua gélida, producirá calor, lo que será contraproducente.

El quinto truco es evitar la cafeína, el azúcar y el alcohol, ya que la digestión de todas estas sustancias aumenta la temperatura interna. Además, activan la pérdida de líquido corporal y con ello, favorecen la deshidratación.

Por último, hay que recordar no exponerse directamente al sol para evitar tener un golpe de calor o una insolación, que produce dolores de cabeza, vómitos, dolor estomacal u otros síntomas. También hay que cuidar la piel aplicando a menudo sobre ella crema solar de alto factor de protección.