Sánchez da un ultimátum a Feijóo para desbloquear este mes el CGPJ o le quitará la competencia para nombrar jueces

El presidente del Gobierno ha dado de plazo hasta finales de este mes a las negociaciones con el PP para desbloquear la renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). Si no hay acuerdo antes, sobre el que son escépticos en Moncloa, los socios de coalición presentarán una reforma de la ley del poder judicial en el Congreso para quitarle a este órgano constitucional la competencia de hacer nombramientos en la cúpula judicial. Pedro Sánchez ha lanzado este ultimátum durante una entrevista en TVE, la primera tras las elecciones europeas del pasado domingo en la que tras dar por "fracasado" el plebiscito propuesto por la oposición ha avanzado su intención de retomar la agenda legislativa.

El ultimátum a Feijóo para desbloquear el órgano de poder de los jueces va así acompañado de una amenaza que se dirige a acabar con lo que Sánchez entiende como "incentivo" para no llegar a un acuerdo. "El incentivo perverso del PP para continuar bloqueando la renovación [del CGPJ] es la facultad de nombrar magistrado que posteriormente van al Supremo o a tribunales superiores de justicia", ha justificado. Esta medida bebe de una propuesta esbozada por el propio presidente del CGPJ, Vicente Guilarte, precisamente para forzar una renovación.

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Sánchez ha defendido que este cambio para "revisar esa facultad" en los nombramientos tiene el objetivo de que sean "más objetivos, transparentes y no politizados". El Ejecutivo rechaza así por el momento una reforma del sistema de mayorías para elegir a los vocales del CGPJ en el Congreso sin necesidad de los votos del PP. Esta es la propuesta que defienden sus socios de coalición.

El presidente del Gobierno quiere retomar la iniciativa sin dilación y también ha anunciado para "antes de final de julio" un paquete de medidas sobre "calidad democrática, tanto en el ámbito de la justicia como de los medios de información, enfocadas a la transparencia y a la financiación. Medidas para luchar contra lo que denominada "máquina del fango" y que ha situado con "sede social en la Comunidad de Madrid".

Una vez más, el presidente del Gobierno ha cerrado la puerta a cualquier posibilidad de adelantar las elecciones generales. Principalmente porque el PP no habría conseguido en las elecciones europeas su objetivo de "hacer caer al Gobierno". Con una ventaja de dos escaños y cuatro puntos, pero con el PSOE resistiendo por encima de la barrera psicológica del 30% de votos, Sánchez entiende que el plebiscito habría fracasado, además de que Feijóo no habría logrado absorber votos del espacio a su derecha, sino "multiplicarlo".

Agenda legislativa

Para el presidente del Gobierno, lo que toca ahora tras este semestre electoral, con hasta cuatro citas con las urnas, tres autonómicas y una nacional, es "sosiego, estabilidad y afrontar los desafíos" de la agenda legislativa. Además del plan de "calidad democrática", mencionó las políticas para el acceso a la vivienda y las laborales. Sobre lo primero está encima de la mesa una regulación de los pisos turísticos y el alquiler vacacional, mientras que sobre lo segundo Sumar presiona para acelerar la reducción de la jornada laboral.

Sobre la investigación judicial a su esposa por delitos de corrupción en los negocios y tráfico de influencias, Sánchez se ha mostrado tranquilo y vaticinado que todo quedará en nada. "Como no hay nada, el tiempo pondrá las cosas en su sitio y el Gobierno gobernará", ha asegurado. Respecto a la actuación del juez que instruye el caso, a quien acusó de injerencia electoral a través de una carta a la ciudadanía por haber anunciado la citación de Begoña Gómez en plena campaña de las europeas, el presidente del Gobierno ha evitado acusarlo de guerra sucia judicial.

Caso Begoña Gómez

"Ha habido casos de 'lawfare' en nuestro país, clarísimos. En mi caso, quiero pensar que no", concluyó sin querer mostrarse categórico. Eso sí, subrayó que "creo en el sistema judicial de mi país". Lo que sí ha negado de forma contundente es que la actuación judicial, a la que se agarró el PP en la recta final de campaña para acusar de corrupción al Gobierno, perjudicase al PSOE en las elecciones. Según deslizó, incluso pudo haber movilizado al electorado progresista porque habría quedado "a la vista de todos lo que está sucediendo". Esto es, según lo calificó una "maniobra de denuncias falsas".

Durante la sesión de control al Gobierno celebrada esta mañana en el Congreso, Sánchez incidió en seguir enmarcando a Feijóo como ultraderecha, a la misma altura que Vox y la formación emergente de Alvise Pérez, Se Acabó la Fiesta, que irrumpió con tres eurodiputados. Frente al discurso del líder de la oposición, que ha agitado el adelanto electoral por considerar que el proyecto del Gobierno está agotado y sin capacidad de estabilizar la legislatura por su debilidad parlamentaria, el presidente del Gobierno situó las próximas elecciones generales dentro de tres años, cuando corresponderían. Para dar sensación de normalidad y con el objetivo de retomar la iniciativa, se comprometió a presentar un paquete legislativo de regeneración democrática antes de que termine el verano.