Patricia Guerrero se estrena al frente del Ballet Flamenco de Andalucía con una 'Pineda' combativa: "Hay un compromiso muy alto con los conflictos actuales"

"La realidad es que todo se repite constantemente. La libertad de las mujeres, los derechos de los homosexuales, la libertad de expresión... Todo esto está presente en la obra, hay un compromiso muy alto con los conflictos sociales actuales". Patricia Guerrero (Granada, 1990) explica así la actualidad de Mariana Pineda, la heroína liberal del siglo XIX, ejecutada durante el reinado de Fernando VII, que Federico García Lorca inmortalizó en la obra homónima de 1925 y estrenada en Barcelona en 1927, con escenografías de Salvador Dalí y con Margarita Xirgu en el papel protagonista. Ahora, la bailaora y coreógrafa Patricia Guerrero, Premio Nacional de Danza en 2021, la traslada, por primera vez, al flamenco. Pineda. Romance popular en tres estampas se estrena el 3 de agosto en Granada, y con la obra, se estrena ella en la dirección del Ballet Flamenco de Andalucía, además del recién conformado elenco, seleccionado por Guerrero. "Es un personaje que siempre me ha interesado", explica por teléfono una mañana antes de comenzar los ensayos. "Va mucho conmigo. Tiene ese carácter de luchadora, de mujer fuerte... Me venía como anillo al dedo".

El Ballet Flamenco de Andalucía tiene una conexión directa con Lorca. Desde su creación misma, en 1994, bajo la denominación Compañía Andaluza de Danza. Entonces, Mario Maya, su primer director, ya incluyó en su repertorio obras como Bodas de Sangre. Pero desde 2013, además, esa vinculación está en el contrato de quien asume la dirección del Ballet. Desde entonces, la programación del ciclo Lorca y Granada en los jardines del Generalife alterna una producción del Ballet Flamenco de Andalucía con otra de procedencia privada seleccionada mediante concurso público en años alternos.

El primer trabajo de la nueva directora al frente del Ballet será, pues, este Pineda, que se representará en esos jardines hasta el 24 de agosto. Guerrero confiesa que en cuanto asumió el liderazgo de la compañía decidió que fuese Mariana Pineda su 'Lorca'. Pero matiza: "Es mi propia versión, mi Mariana".

¿Y cómo es su Mariana? "Yo quería mostrar esa otra Mariana que existió pero Lorca no la expuso tanto, una Pineda más política, luchadora, activista... Esa Pineda es la que me motivaba y hemos querido traer al escenario", explica Guerrero que, además de dirigir y coreografiar, protagoniza la obra. "En otras versiones se romantiza mucho el personaje", continúa, "y ella realmente dio su vida por sus ideales. Yo quería sacar esa parte política del personaje, además de mostrar el contexto histórico en el que se desarrolla el conflicto".

Mariana Guerrera

Con esa idea en la cabeza, Guerrero comenzó a elegir el equipo del que quería rodearse. Algunos son viejos conocidos, con los que siente seguridad a la hora de trabajar. Pero este no era el caso de Alberto Conejero(Vilches, Jaén, 1978), escritor, dramaturgo y programador -fue director del Festival de Otoño de Madrid durante cuatro años- que conoce bien la obra de Lorca. Su obra La piedra oscura (estrenada en 2014), que supuso su consagración como autor, se centra en Rafael Rodríguez Rapún, secretario del grupo de teatro universitario y ambulante dirigido por Lorca La Barraca y última pareja del poeta, que murió en la Guerra Civil defendiendo la República. Este Premio Nacional de Literatura Dramática, además, también escribió, en 2019, El sueño de la vida, una continuación de la obra inacabada del poeta granadino, que quedó sin titular y pasó a la historia como Comedia sin título.

Para Pineda, Guerrero le pidió que se encargase de la dramaturgia y él aceptó "con entusiasmo y alegría". Para Conejero es su segundo trabajo en un ballet argumental, después de Electra, un trabajo que hizo junto al Ballet Nacional de España bajo la dirección de Rubén Olmo y coreografía de Antonio Ruz y Olga Pericet que la compañía estrenó en 2017. "Lo primero que quise saber es cuál era su Mariana Pineda, porque hay muchas dentro de la obra de Lorca", explica el dramaturgo en otra conversación telefónica que tiene lugar justo tras acabar la charla con Guerrero. "Yo creo que los clásicos -y Lorca ya lo es- son muy generosos y admiten muchísimas miradas. Son textos realmente complejos". Su papel aquí, dice, es "hacer de puente" entre la obra de Lorca y este nuevo espectáculo.

"Al final, lo personal es político", responde Conejero cuando se le pregunta cuál es la Mariana Pineda que veremos en esta obra. "Es el rostro visible de muchas otras anónimas en ese intento de revolución liberal, de lucha por un país más noble y más justo". Para lograrlo, una de las cosas que han tratado es "romper las paredes". Las dos primeras estampas de la obra de Lorca, explica, ocurren intramuros. Ellos han querido abrirla a la ciudad, "colectivizarla". "Ella es la cara de un sueño colectivo, es una de las muchas mujeres y de los muchos hombres dando la batalla por la libertad". Y añade: "A mí me conmueve especialmente cuando al final de la obra dice: 'yo quiero que mis hijos, en el futuro, levanten la cabeza con orgullo y digan: somos los hijos de Mariana Pineda'".

El personaje toma especial relevancia en una actualidad en la que desde algunos sectores tratan de derribar las conquistas sociales y se censuran obras artísticas (como ocurrió el pasado año con El mar: visión de unos niños que no lo han visto nunca, co-escrita y dirigida por Conejero, cancelada por el ayuntamiento burgalés de Briviesca, gobernado por el PP). "En un momento donde vuelven a surgir voces de odio, contra la libertad, contra los derechos humanos, ahí está Mariana Pineda recordándonos que hay luchas que tenemos que dar todos los días", dice Conejero.

Guerrero coincide y recuerda que su interés ha sido, sobre todo, que se entienda que este fue el conflicto real que enfrentó el personaje histórico. "Había un peligro constante de muerte si ibas en contra del Gobierno". El mejor reflejo de esto, explica, está en la recreación de la batalla del Albaicín, un pasaje fundamental en esta obra. De la misma manera que querían colectivizar a Mariana Pineda, Guerrero también ha querido que su obra estuviese "llena de creadores". Para coreografiar esta batalla fundamental, Guerrero ha invitado a La Venidera, la compañía creada por dos miembros del Ballet Nacional, Albert Hernández, primer bailarín, e Irene Tena, solista, a los que conoció a partir de un trabajo común encargado por el Real Conservatorio Profesional de Danza Mariemma.

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Coreógrafos invitados

Además de La Venidera, también aparecen en la nómina de coreógrafos el repetidor de la compañía, Eduardo Leal, y el también bailaor Alfonso Losa, que además interpreta a Pedrosa, el personaje principal masculino. "Alfonso Losa tenía que estar porque es uno de los artistas más importantes en mi carrera reciente", explica Guerrero. "Crear con él me ha llevado a otros lugares". Se refiere, principalmente al trabajo que han hecho juntos en Alter Ego, la obra de pequeño formato que estrenaron en septiembre de 2023.

"Yo soy el malo de la película" bromeaba en la presentación de Pineda en Sevilla Alfonso Losa. "Mi personaje es sombrío, muy poderoso, con mucha energía". Coreografiar esto, confesaba entonces, era un reto. "Queríamos mantener esa energía, esa tensión en toda la trama". Suyas son también las coreografías del cuerpo de baile masculino.

El elenco lo completan los creadores de la música: Dani de Morón y Agustín Diassera, además del cantaor Sergio el colorao, que ha adaptado las letras junto a Conejero. "Para mí era muy importante mostrar, en esta primera puesta de largo con el Ballet, lo que yo hago actualmente, y lo que yo hago como creadora lo hago con ellos", explica sobre su elección. Les acompañará Manuel Busto en los arreglos musicales, que trabaja por primera vez con Guerrero.

Para montar el espectáculo, tanto Conejero como Guerrero han tenido presentes diferentes referentes. La bailaora menciona, entre otros, Proceso a Mariana Pineda, la miniserie de 1984 que interpretó la cantante y actriz Pepa Flores. Conejero menciona, también, al que fue su segundo marido, Antonio Gades. "Su Fuenteovejunta y Bodas de Sangre son trabajos fundacionales en el campo del ballet argumental", afirma. "Para mí es sobrecogedor ver a Pepa Flores cantando la nana en Bodas de sangre. Esos referentes está claro que están aquí".

Aunque llevan meses inmersos en el trabajo, en las últimas semanas el equipo depura los detalles para el estreno en Granada, donde harán 16 representaciones a lo largo de tres semanas. Después, el Ballet Flamenco de Andalucía la llevará al festival Flamenco on Fire de Pamplona, el 29 de agosto, para volver a Andalucía el 23 de septiembre como parte del cartel de la Bienal de Flamenco de Sevilla -en la que Conejero participa en otro espectáculo sobre Lorca, Federico y el cante, del cantaor Miguel Poveda- y continuar gira por otras capitales desde ahí.

Para el dramaturgo, este personaje vuelve a la actualidad con mucho interés. "Hoy Mariana Pineda centellea, nos recuerda que tenemos que proteger nuestra libertad y luchar desde lo colectivo, en un momento tan de salvar el propio pellejo", indica. "Cuando ella dice 'yo soy la libertad herida por los hombres' o 'en la bandera de la libertad bordé el amor más grande de mi vida' yo creo que Lorca nos recuerda que la lucha por la libertad hay que hacerla día a día. Ella entregó la vida por la comunidad".